Cristina Kirchner anunció, en agosto del año pasado, la construcción del Polo Audiovisual en la isla Demarchi para darle al cine la categoría de industria. En el acto dio el presente una numerosa cantidad de actores y productores que aplaudieron a rabiar. Pero a diez meses del lanzamiento, el Polo está en stand by, producto del Lázarogate: el Gobierno no quiere cerrar un negocio que quede bajo sospecha, sobre todo cuando entre los que compiten está el empresario K Cristóbal López.
La Anses informó a PERFIL que inicialmente 17 empresas retiraron los pliegos sin costos y que sólo cinco hicieron ofertas concretas. Las más importantes eran las de IRSA (de Eduardo Elsztain), CPC (Cristóbal López) y Riva SA. Son las tres que quedaron en pie tras la evaluación de las ofertas presentadas. La Anses desechó las propuestas de otras dos empresas por errores técnicos. En abril de este año, los tres preseleccionados presentaron las ofertas y, desde entonces, el organismo estatal se encuentra “revisándolas”, según confirmó oficialmente.
El proyecto para la isla Demarchi ingresó en la Legislatura porteña a fin del año pasado presentado por Juan Cabandié, jefe del bloque del Frente para la Victoria e integrante de La Cámpora. Entre otras cuestiones, propone la construcción del Polo Audiovisual pero también de un barrio de oficinas, bares, restaurantes y hasta un estadio con capacidad para 10 mil personas.
Entre las ofertas, la que realizó IRSA coincide con otro emprendimiento del mismo grupo empresarial a escasos metros de allí: Solares de Santa María, un barrio de lujo con el estilo de Puerto Madero en la ex Ciudad Deportiva de Boca con una inversión superior a $ 1.000 millones. Esta iniciativa también espera sanción en la Legislatura porteña hace más de dos años.
Desde hace un par de semanas, en el macrismo corre el rumor de que el proyecto sería preadjudicado a Cristóbal López, con lo cual el kirchnerismo intentará sancionar la iniciativa antes de fin de año. Sin embargo, Mauricio Macri ordenó, por ahora, no avanzar. De hecho, la idea es que pueda ser, como lo fue el plan de viviendas sociales ProCrear, una moneda de intercambio con el Frente para la Victoria para aprobar un paquete de leyes que pretende el PRO para sus últimos dos años de gobierno.
La inversión prevista para el Polo Audiovisual y el resto del emprendimiento es de alrededor de 30 millones de pesos. Habrá que ver si el Gobierno deja pasar un tiempo para que se diluya el Lázarogate y adjudicar la ambiciosa obra.
