POLITICA
LA PALABRA DE SU HIJO

El recuerdo íntimo de José Ignacio García Hamilton

Abogado, historiador, periodista,diputado y un "gran padre". Anécdotas, su libro póstumo y la candidatura frustrada. Fotogalería.

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A los 65 años, la vida del diputado tucumano José Ignacio García Hamilton se apagó después de una lucha incansable contra un cáncer de próstata que le habían diagnosticado hacía más de una década. Abogado, historiador, periodista, políticos, diputado... en fin, García Hamilton era todo eso, "pero como papá era mejor", recordó su hijo homónimo. " Somos hoy seis hermanos y venimos a despedirlo porque tenemos un orgullo gigante, me hubiese gustado disfrutar de él 20 años más", aseguró.

"Él no me enseñó con la palabra, ni siquiera con la escritura, y eso que él escribía. Me enseñó con el ejemplo", sostuvo emocionado su hijo, mientras una veintena de amigos y familiares lloraba al lado del féretro. García Hamilton tenía una forma particular de llamarlos cuando se portaban mal. "Hijo querido", era el prólogo obligado al reto paternal del tucumano. Sin embargo, una vez usó su muletilla para dejar una enseñanza: "Hijo Querido, disfruta de cumplir con las leyes", les dijo a sus seis descendientes.

Disfrutaba de la vida, aún un poco más desde que le diagnosticaron cáncer, hace 10 años. "Creo que eso hizo estos últimos 3650 días: disfrutar de la vida las 24 horas". ¿Qué ejemplo deja? "El del amor por la vida, por su esposa, la devoción por sus hijos, el respeto por las leyes, él era un convencido y optimista de que podía haber una Argentina mejor", afirmó.

También era un fanático del periodismo: amaba escribir columnas, dar entrevistas y salir en las radios; era un hombre siempre abierto a la consulta.

En sus últimos años de vida, Hamilton se dedicó a la política. Cuando su hijo se lo cuestionó, siendo él un intelectual respetado. "Para cambiar las cosas, hay que meterse", respondió el historiador. Así fue como se presentó por la Unión Cívica Radical y ganó una banca de diputado, desde la cuál denunció la prepotencia del Gobierno de Alperovich y su sumisión al poder nacional. " Se abrió una lista de gobernadores adictos y Alperovich se anotó primero", dijo a Perfil.com en agosto pasado.

En 1999, cuando todavía seguía en el ámbito académico, Cavallo se acercó para ofrecerle la candidatura a vicepresidente por Fuerza Republicana. Él se negó. No obstante, tras su ingreso al Congreso, Hamilton se empapó de la política y hasta sus últimos días, apostó a ella.

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"Estaba la posibilidad de que sea candidato a senador en estas elecciones, pero por una cuestión física no pudo. El desgaste era tan grande que pasaba la mayor parte del día en cama", contó un allegado.

"Su ultimo año y ocho meses como diputado, tenía una gran incertidumbre por el fenómeno peronismo y una gran admiración", deslizó su hijo, quien explicó que a García Hamilton lo desvelaba entender cómo un movimiento comandado por una sola persona podía ser tan devoto, fiel y heterogéneo. "No tuvo mejor idea que hacer lo que él sabe y por eso escribió la biografía de Perón, sabiendo que su vida estaba bastante corta", detalló su hijo.

"Polemicé mucho con su padre sobre Perón, lo lamento mucho", se solidarizó un historiador. "Acá traje mi último libro en el que me ayudó, para que lo tengan en el velorio", acotó otro colega, con quien el tucumano había debatido durante sus últimos meses de vida con el objetivo de desentrañar los detalles de la historia argentina.

"En enero y febrero hizo un sprint final y terminó escribiendo lo que no hubiese escrito en un año", finalizó diciendo José Ignacio (h), quien se comprometió a hacer publicar la obra póstuma de su padre.