POLITICA
creencias del mandatario

El relato de un milagro que despertó la ilusión y el misticismo en Macri

Esteban Bullrich le contó la historia del Milagro Salteño y de cómo una procesión del siglo XVII habría frenado sismos. Lo convenció de ir al tradicional festejo norteño.

20190922_macri_milagro_gzalagaceta_g.jpg
Rezo por vos. El Presidente en Salta durante la misa de la Fiesta del Señor y la Virgen del Milagro. | gza. la gaceta

Una historia que se remonta al siglo XVII inspiró una inesperada apelación de Mauricio Macri a la religión católica, al vincular el origen de la Fiesta del Milagro en Salta con la estrategia que preparaba el Gobierno para afrontar el difícil tramo final de la campaña presidencial. El relato del Milagro Salteño llegó a los oídos del primer mandatario por intermedio del senador Esteban Bullrich; despertó, según pudo reconstruir PERFIL, un impulso místico en el jefe de Estado que motivó su viaje al Norte y la oración ante la imagen del Cristo del Milagro, una apelación divina antes de lanzar esta semana las treinta marchas del #SíSePuede.

La polémica por el discurso final del arzobispo Mario Cargnello, un malentendido según la interpretación de las voces más autorizadas, ocultó una historia que muestra que el Presidente, como casi todos los analistas políticos, cree que hace falta un milagro para revertir el resultado electoral.

En 1592 dos cajas llegaron flotando al Puerto del Callao, Perú. Sin noticias sobre la nave que las había traído al principal puerto de la América Hispana. Una de ellas contenía la figura de Cristo crucificado tallada en madera, una donación del obispo de Tucumán fray Francisco de Victoria para la ciudad de Salta, fundada una década antes. Cien años después, en medio de un fuerte temblor que destruyó la ciudad de Esteco y amenazaba los cimientos de toda la capital salteña, una imagen de la Virgen, hoy conocida como la Virgen del Milagro, terminó frente a la figura de Cristo llegada desde El Callao por el Camino del Inca.

El relato que llega a nuestros días cuenta que la Vírgen parecía estar rogando a Jesús para que detuviera los temblores, algo que ocurrió dos días después.

Según indica la Enciclopedia Digital de Salta, “el padre jesuita José Carrión recibió la revelación de que el Santo Cristo Crucificado de la Iglesia Matriz, que tenían sin devoción y sin sacarlo en procesión, habría perdonado a Salta a pedido y súplica de la Madre de Dios del Milagro”. Para que se detuvieran los temblores definitivamente, indicó el integrante de la Compañía de Jesús, debía sacarse al Cristo en procesión, origen de la Fiesta del Milagro que se repite desde entonces.

La historia conmovió a Macri, quien decidió viajar a pesar de que trascendía cierta incomodidad de una parte del clero local. Además de participar de la misa donde, sobre el cierre, el arzobispo lo invitó a “llevarse el rostro de los pobres”, el Presidente rezó un Ave María ante el Cristo del Milagro antes de volver a Buenos Aires para preparar el lanzamiento de las treinta marchas. Si no hay un milagro, espera al menos que terminen los temblores.

 

Gobierno e Iglesia niegan un malentendido

Ante la consulta de PERFIL, desde el entorno del obispo Oscar Ojea, titular de la Conferencia Episcopal Argentina, apuntaron que el arzobispo Mario Cargnello buscó señalar la responsabilidad de todos frente a la pobreza, no ofender al Presidente. “Hizo referencia a todos los políticos presentes; la frase descontextualizada parece fuerte, pero no creo que haya sido la intención del arzobispo generar lo que se generó”, indicaron en tanto desde la Secretaría de Culto. Más allá de las repercusiones, que incluyeron fuertes declaraciones del candidato a vicepresidente, Miguel Pichetto, el foco está hoy puesto en reforzar la ayuda alimentaria y trabajar en conjunto, aseguran desde el Episcopado y el Gobierno. De hecho, según pudo saber PERFIL, cuando se iniciaba la Fiesta del Milagro y antes del viaje de Macri a Salta, los obispos bonaerenses se reunieron con Carolina Stanley y María Eugenia Vidal para coordinar el refuerzo de la ayuda a comedores de organizaciones religiosas.