Daer y Lingieri fueron los primeros en delimitar geográficamente a los presuntos revoltosos que arrancaron la batahola. La intendencia apuntada fue la de Berazategui: tierra kirchnerista. El secretario de Trabajo municipal, Juan Manuel Parra, aseguró que "ninguno subió al palco".
Parra sostuvo a Perfil que fueron a "acompañar y apoyar a los compañeros trabajadores y a los gremios en su protesta”. También dijo a este portal que cuando comenzaron los disturbios "comenzamos a salir del lugar". "Con los compañeros de Berazategui estábamos detrás del palco porque no pudimos avanzar por la gran cantidad de gente".
“Los compañeros del Municipio de Berazategui, no sé si con el intendente, detrás del palco, vinieron a agredir a los dirigentes sindicales”, apuntó el sindicalista de Obras Sanitarias. Daer fue un poco más discreto y no soltó prenda sobre la intendencia al responsabilizar a los desestabilizadores: “Por un sector pequeño, perteneciente a uno de los municipios del conurbano sur, que se concentró detrás del palco principal con una finalidad política de tratar de entorpecer”.
"Teníamos las banderas naranjas porque es el color que identifica a la ciudad desde que logramos la autonomía en 1960", sentenció Parra. "Ninguno de nosotros subió al palco", agregó Parra.