El kirchnerismo tuvo una sesión “histórica” en el Senado y logró convertir en ley el proyecto de estatización de la administración de los ferrocarriles.
La propuesta tuvo un respaldo casi unánime por parte del arco opositor: en total, fueron 53 los votos afirmativos y hubo sólo dos votos negativos.
La iniciativa impulsada por el ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo se aprobó tras un debate de cuatro horas, con la presencia del precandidato presidencial como respaldo a la norma que él mismo había presentado y defendido dos semanas atrás.
Sólo Fernando “Pino” Solanas, ferviente militante contra el desmantelamiento del servicio en los ’90, y Norma Morandini, del Frente Cívico Córdoba, decidieron votar en contra de la normativa, tal como lo habían anticipado en la previa y en sintonía con la decisión tomada en Diputados por sus aliados.
La flamante ley crea Ferrocarriles Argentinos S.E., que tendrá la potestad sobre todo el sistema tanto de cargas como de pasajeros, y recuperará la facultad para administrar la red de vías férreas que había perdido con las privatizaciones, señaló El Parlamentario.
El encargado de darle un marco épico al debate fue el presidente de la Comisión de Infraestructura, Vivienda y Transporte del Senado, Adolfo Bermejo (FpV), que calificó a esta normativa como “una reparación histórica”.
“Profundiza la política de nacionalización adoptada con las AFJP, Aerolíneas Argentinas e YPF para el crecimiento y el desarrollo de todos los argentinos”, sentenció el senador, como miembro informante del bloque oficialista.
“Beneficia las economías regionales, optimiza los costos de flete y genera mano de obra calificada”, enumeró Bermejo, al momento de hablar de los beneficios de la ley.
El jefe de bloque del radicalismo, Gerardo Morales, también apoyó la iniciativa, pero señaló que “tiene que ver con el accidente de Once, que marcó un antes y un después, y a partir de allí ha habido una reacción del Gobierno nacional”.