Las declaraciones de sus varias amantes lograron no sólo hundirlo profesionalmente sino que casi terminan con su matrimonio. Pero para suerte de Tiger Woods, su esposa Elin Nordegren habría desistido de pedir el divorcio y estaría apoyándolo en su recuperación en una clínica para adictos al sexo. Elin, hija de padres separados y con una mala relación con su progenitor, puso a sus hijos primero. “No quiere que los chicos se críen sin el padre”, expresaron. El 16 de enero comenzaron los rumores sobre la internación de Woods en una clínica de rehabilitación. Pero esto se confirmó cuando esta semana aparecieron imágenes del golfista caminando por el complejo.
A diferencia de otros famosos como Michael Douglas y David Duchovny, que debieron recurrir a terapias para tratar su adicción al sexo y se internaron en un centro de Arizona, Tiger eligió Pine Grove’s, en Mississippi. Allí, el doctor Patrick Carne pone en práctica su plan de 12 pasos y 30 tareas denominado Gentle Path –Sendero leve, en español– encarado por un equipo del que participan psiquiatras y expertos en adicciones.
La primer fase del tratamiento, dura 48 horas máximo, y consiste en un diagnóstico del paciente que, previo a su internación, debió completar un test on line que puede realizarse en el sitio www.sexhelp.com. Allí, tras identificar el género y la orientación sexual, se puede determinar contestando “sí” o “no” a 45 preguntas si se sufre de adicción al sexo y cuán grave es el problema.