Los consumidores están más endeudados y, en consecuencia, pueden comprar cada vez menos.
Las transacciones con tarjeta de crédito crecieron 120% de manera interanual en los supermercados, pero el ticket promedio escaló muy por debajo de la inflación, un 89,6% entre enero y abril, según el Indec.
En total, una persona gasta en promedio $ 5.022 cada vez que va a comprar, un monto que alcanza para cada vez una menor variedad de productos, según un relevamiento de PERFIL.
Las opciones para usar ese ticket promedio son varias, pero progresivamente más limitadas. La suma alcanza para comprar, por ejemplo, un paquete de 36 pañales, un paquete de arroz y un sachet de leche.
En productos de limpieza se pueden adquirir, con ese monto, 1 acondicionador, 1 shampoo, un paquete por tres jabones de tocador, 1 litro de lavandina, 1 detergente y un paquete de jabón en polvo para ropa por 3 kilos.
En alimentos básicos, si se encuentran ofertas, la opción con $ 5.022 es comprar 1 paquete de fideos, 1 sachet de leche, 1 paquete de harina común, 1 docena de huevos, 1 kilo de azúcar, 1 kilo de carne molida y 1 paquete de arroz.
Sin embargo, según el Indec, mientras las ventas en supermercados crecieron en términos generales un 3,4% en abril de 2023 respecto al mismo mes del año pasado, en los mayoristas el porcentaje de crecimiento fue del 7,3%. En este último caso las ventas con tarjeta de crédito crecieron 182%, mientras el ticket promedio creció 49% en un año, alcanzando los 11.007 pesos, con lo cual el crecimiento del ticket sigue estando muy por debajo del nivel de endeudamiento.
En su mayoría este monto se destinó a “indumentaria, calzado y textiles para el hogar”, que crecieron 377,9% con respecto al mismo mes de 2022, “electrónicos y artículos para el hogar”, (184,5%); “verdulería y frutería” (160,5%); “carnes”, (155,9%); y “lácteos”, 143,3%.
Mayoristas consultados por PERFIL aseguraron que, si bien notaron una mayor concurrencia de consumidores, esto no se ve reflejado de manera proporcional en la facturación. “Se acerca más cantidad de gente, pero las compras son más chicas” y las ventas se concentran en artículos de primera necesidad, como aceite, harina, azúcar, yerba, arroz, fideos, puré de tomate o alguna oferta en particular. “Algunos compran por pack pero se ven muchos más carros con compras chicas”, detallaron. También notaron un incremento de las ventas con tarjeta de crédito en un pago, aunque las ventas en cuotas también aparecen cuando se encuentran promociones.
Los comerciantes agregaron que los consumidores se fijan más en el precio, pero que los niveles de compra bajaron y los hábitos de consumo cambiaron mucho respecto a la época de pandemia, cuando los consumidores compraban en cantidad para guardar.
Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), aseguró a PERFIL que desde el sector no ven una disminución en las ventas con respecto a los mayoristas. De hecho, según sus propias mediciones, las ventas en supermercados crecieron, en comparación, “un 2,9% en lo que va del año”. ASU realiza sus estadísticas en un trabajo conjunto con las consultoras. “La situación está siendo buena en cuanto a volumen de ventas, hemos ganado participación en el mercado”, afirmó Martínez. “Creció porque hay un diferencial de precios en canasta comparable con los autoservicios del 30%”, sintetizó.
Los mayoristas, en cambio, dicen que reciben más gente “pero no estamos explotando en ventas”, las compras se redujeron a lo estrictamente necesario.