La extraordinaria elección del actor cómico Miguel Del Sel en la “invencible” provincia de Santa Fe representa, por lo menos, un llamado de atención a la clase política, al kirchnerismo pero también al socialismo, que gobierna ese distrito y cuyo líder, Hermes Binner, encabeza una de las fórmulas presidenciales.
Sin ningún tipo de experiencia política y reconociéndolo en todo momento con un desafiante “¿y qué hicieron por la gente los que tanta experiencia política tienen?”, Del Sel recorrió toda la provincia, donde es muy conocido por su actividad en Los Midachi y en la TV.
Yendo un poco más lejos en el análisis, hay que tener en cuenta que Santa Fe es uno de los polos de la Zona Centro o Núcleo, que se ha convertido en la nueva columna vertebral de la economía argentina gracias al boom de la soja y del agronegocio.
Hay en la escasa votación a Agustín Rossi un castigo del campo, que ha sido elegido por la presidenta Cristina Kirchner como uno de los “enemigos”, a pesar de que en 2007 los votos de los productores agropecuarios le habían permitido vencer en esa provincia.
Pero el esplendor santafesino no es uniforme, no beneficia a todos por igual, y para muestra basta un vistazo por las tan pobladas villas miserias que rodean a Rosario, que es el motor económico de la provincia. ¿A quién habrán votado, mayoritariamente, esos argentinos pobres? Es demasiado pronto para saberlo, pero no puede descartarse que lo hayan hecho por Del Sel, que fue uno de los pocos candidatos que pudo entrar a las villas.
Si esto es así, es curioso que una fuerza de centro derecha, como la que apoyó a Del Sel, es decir el PRO y el duhaldismo, representen a los habitantes de las villas miserias. Un mazazo para el socialismo y para el kirchnerismo y una demostración de que esos compatriotas esperan mucho más que un progresismo de palabra.
(*) Periodista y escritor, su último libro es “Operación Primicia”.