El voto de los cristianos evangélicos puede inclinar el resultado de la elección del 22 de noviembre, por eso tanto Daniel Scioli como Mauricio Macri buscaron captar a esa porción religiosa cautiva del electorado camino al balotaje.
Se trata de un 9 % de argentinos que profesan los cultos evangélicos tradicionales y pentecostales, y pueden volcar los porcentuales de la segunda vuelta presidencial hacia el candidato oficialista del Frente para la Victoria o hacia la opción opositora de Cambiemos.
Los asesores de campaña intentaron explotar al máximo la creencia de que los pastores o predicadores evangélicos pueden sugerir y hasta convencer a sus seguidores por cuál candidato votar, informó la agencia DyN.
El argumento mereció, sin embargo, el rechazo de las federaciones evangélicas."Sería insultar la inteligencia de millones de cristianos", sostuvieron.
Scioli jugó fuerte para conseguir el voto evangélico al cerrar su campaña para los comicios del 25 de octubre con la presencia en el Luna Park de Ricardo Montaner, quien interpretó el jingle de campaña "Himno de la Victoria".
El cantante argentino-venezolano, converso del catolicismo al evangelismo, tiene un gran predicamento popular y no dudó en manifestar su apoyo al postulante kirchnerista. "El próximo presidente de los argentinos", profetizó ante la militancia k.
El frente Cambiemos apeló a una estrategia diferente para captar el voto cautivo de los evangélicos, al sumar referentes religiosos en las listas de Cambiemos a gobernador, intendentes y concejales.
Una práctica que el PRO inauguró hace años con la incorporación de Cynthia Hotton, quien fue legisladora porteña por el macrismo, después creó su propio partido y previo a las PASO armó equipos evangélicos dentro del Frente Renovador de Sergio Massa.