Con la confirmación de los precandidatos que pelearán por una banca, todas las miradas ahora se centran en el Congreso. El Frente de Todos buscará mantener la sólida mayoría en el Senado que le permita marcar el ritmo y avanzar con su agenda. En la Cámara de Diputados, en cambio, la pelea será más reñida, ya que son pocas las bancas que le falta para alcanzar la mayoría simple con 129 diputados.
En un escenario de fuerte polarización, en el Frente de Todos vence el mandato de 51 de los 119 diputados que integran el espacio. En tanto, Juntos por el Cambio deberá revalidar 60 de las 115 bancas, estos son el 53% de los escaños. A primera vista, el escenario parece ser más complejo para la coalición opositora, ya que se ponen en juego los lugares que fueron electos en 2017, cuando Cambiemos hizo su mejor elección.
El eje principal para la Cámara baja estará en la Provincia de Buenos Aires. Este distrito elige 35 bancas de las 127 que se renuevan. En el Frente de Todos salen los 16 que asumieron con la boleta de Unidad Ciudadana. Si bien algunas figuras están en la lista de estas elecciones para renovar, como el gremialista Hugo Yasky, habrá varias bajas. Entre ellas, Fernanda Vallejos, que en aquella elección encabezó la boleta. También Laura Russo, que este último tiempo afianzó su vínculo político con Sergio Massa, y Mirta Tundis, que tras sumarse al oficialismo, bajó la intensidad en el debate público en defensa de los jubilados.
Dentro de Juntos, como se llama ahora la coalición en Buenos Aires, terminan el mandato 14 diputados: 8 del PRO, 3 de la UCR y 3 de la Coalición Cívica. De estos aspiran a renovar sus bancas Graciela Ocaña (PRO), Marcela Campagnoli (CC), Fabio Quetglas (UCR) y Josefina Mendoza (UCR).
El bloque que conduce Máximo Kirchner mira con atención qué va a pasar con los aliados que los acompañaron en los primeros dos años del Gobierno de Alberto Fernández. En la semana previa al cierre de listas se confirmó el pase al Frente de Todos de dos diputados que venían acompañados en la mayoría de las leyes. Primero lo hizo el mendocino José Luis Ramón que irá como candidato a diputado provincial en su distrito y luego Eduardo “Bali” Bucca, figura clave de Florencio Randazzo en 2017.
El interbloque Federal para el Desarrollo, también conocido como “Los Ramones”, por el apellido de su líder, renueva cuatro de los seis integrantes, entre los que está el propio presidente del espacio, dos representantes del Frente de la Concordia de Misiones y el ex UATRE, Pablo Ansaloni. En el comando oficialista confían que este no será un obstáculo para que el Frente de Todos llegue a los 129 diputados, ya que el pase de Ramón al oficialismo abre el juego para que esa banca sea ocupada directamente por un orgánico del FdT. Lo mismo sucede con Ansaloni. Si bien dan por descartado que el partido gobernante en Misiones se sume a las filas de Máximo Kirchner, confían que el buen vínculo con la Casa Rosada se mantendrá en el plano parlamentario.
No es verdad que todos los políticos son iguales. Para nosotros cuidar a los argentinos es un imperativo ético, no un discurso electoral.
— Alberto Fernández (@alferdez) July 25, 2021
Aquí todos y todas hacen falta para que hagamos un país que merezca ser vivido. La salida está cerca y en unidad volveremos a ser felices ☀️
Con mayor atención se seguirá lo que pase en el interbloque que en 2019 se referenció con Roberto Lavagna. Este sector lo integran el "cordobesismo2 del gobernador Juan Schiaretti, dos socialistas de Santa Fe, dos del bloque Justicialista y tres de Consenso Federal. Aquí se vencen 7 de los 11 mandatos. El bloque cordobés es el que más pone en juego, ya que tres de sus cuatro integrantes dejarían la Cámara. Lo mismo sucede para el socialista de Santa Fe Luis Contigiani, que buscará renovar, para Bucca, que irá a senador provincial y para el salteño Andrés Zottos, que no figura en ninguna lista.
De la reconfiguración de este espacio, el oficialismo podrá sumar el puñado de diputados que le faltan para alcanzar la mayoría simple de 129 que le permite alcanzar el quórum propio. Y en el mejor de los casos tener 130 que le permitirá aprobar las leyes que tiene frenada, como la reforma del Ministerio Público Fiscal y la del fuero federal, sin negociar con los opositores. Esto es así porque Sergio Massa, en su rol de presidente de la Cámara, aporta para el quórum, pero solo vota si hay empate.
La renovación de bancas en el Senado
En la Cámara de Senadores los mandatos duran seis años y cada dos se renueva un tercio. Es decir que el 14 de noviembre se eligen 24 legisladores, en reemplazo de los que asumieron en 2015. El gran protagonista será el Frente de Todos que renueva 15 de las 42 bancas que tiene, más de la mitad de todo el recambio. Juntos por el Cambio pondrá en juego nueve de las 25 que tiene. En 2015 el panorama político era muy distinto al actual. Con un Frente para la Victoria derrotado, el “Peronismo Federal” fue tomando protagonismo, con Miguel Ángel Pichetto como principal referente en el Senado. En 2017, con la llegada de Cristina Kirchner, el bloque Unidad Ciudadana - FpV ocupó nueve bancas, pero no dejó de ser residual.
El 14 de noviembre se eligen 24 legisladores, en reemplazo de los que asumieron en 2015
El panorama cambió en 2019 con la victoria de Alberto Fernández. La reversión del panperonismo tuvo su capítulo en el Senado. La vicepresidenta logró unificar en la Cámara alta una buena parte del Peronismo Federal, que quedó quebrado con la fuga de Pichetto al macrismo, con Unidad Ciudadana. Así se formó el bloque Frente de Todos. Esta conjunción generó que los tres senadores de algunas provincias como Chubut o Río Negro, sean oficialistas. En el Senado se eligen tres representantes por cada provincia, dos por la mayoría y una por la primera minoría.
Para lograr eso el kirchnerismo aceptó delegar en Claudia Adbala, que responde al gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora (ex radical), la presidencia provisional del Senado y en José Mayans, hombre de confianza del mandatario formoseño Gildo Insfrán, la jefatura del bloque. Mientras que la mendocina Anabel Fernández Sagasti, referente de La Cámpora, íntima de Cristina Kirchner, quedó como vicejefa del bloque y a cargo de la Comisión de Acuerdos, por dónde pasan los pliegos de funcionarios judiciales y diplomáticos. Después de varios años de idas y vueltas entre los bloques, todo indica que el 10 de diciembre de este año el escenario será similar al actual: Un oficialismo con una mayoría cómoda, que le permita manejar los tiempos y la agenda.
Los 15 diputados del oficialismo que terminan su mandato este año son: los santafesinos María De los Ángeles Sacnun y Roberto Mirabella (que asumió en 2019 en remplazo del gobernador Omar Perotti); los tucumanos Beatriz Mirkin y José Alperovich (de licencia hace más de un año por una denuncia de violación); los chubutenses Mario Pais, Alfredo Luenzo y Nancy González; los correntinos Ana Almirón y Carlos Espínola; la mendocina Fernández Sagasti; el cordobés Carlos Caserio; los catamarqueños Inés Blas y Dalmacio Mera; los pampeanos Norma Durango y Daniel Lovera.
Junto a @JoseLuisRamonOk candidato a diputado provincial por el primer distrito.
— Anabel Fernández Sagasti (@anabelfsagasti) July 25, 2021
Siempre por el camino que construye la mejor alternativa para que las y los mendocinos tengan un futuro mejor.
¡Felicitaciones y seguimos trabajando!#UnidosSomosMejores pic.twitter.com/R4Dy0MJdPi
Por su parte, Juntos por el Cambio en la Cámara alta solo debe renovar nueve bancas de las 27 que cuenta entre propios y aliados. Entre estos están los dos cordobeses del PRO Ernesto Martínez y Laura Rodríguez Machado; el correntino Braillard Poccard (PRO); los radicales Julio Cobos y Pamela Verasay; el pampeano Daniel Lovera (UCR); el aliado catamarqueño del Frente Cívico y Social Aníbal Castillo; la tucumana Siliva Elías de Pérez (UCR); la santafesina María Aljandra Vucasovich, que asumió en reemplazo del fallecido Carlos Reutemann. Uno de los focos de atención estará en Chubut, donde el oficialismo hoy tiene tres bancas. Acá el FdT ya cuenta con perder una, y Juntos por el Cambio se entusiasma con sumar una segunda.
La situación de los senadores de Córdoba, Mendoza y Santa Fe
En Córdoba, el Frente de Todos considera la posibilidad de perder toda representación en la Cámara alta. El candidato es el actual senador Carlos Caserio, de cercanía con Alberto Fernández. En la elección de 2019, el actual oficialismo eligió bajar su candidatura como un gesto de respaldo a Schiaretti. Pero esto no se repitió para estas elecciones. El 'Gringo' lleva a la diputada Alejandra Vigo, su esposa, que tiene altas chances de sumar al menos una banca. Lo que sí se repite es la interna de Juntos por el Cambio en Córdoba. Mario Negri se enfrentará nuevamente con Luis Juez, en una primaria de la que también participan Griselda Baldata y Javier Bee Sellares. La esperanza del Frente de Todos es que las diferencias internas de la oposición excedan por fuera de la coalición y debiliten el espacio.
Los otros puntos de interés estarán en Mendoza y Santa Fe. En la primera Anabel Fernández Sagasti buscará la revancha contra el radicalismo, que lleva al ex gobernador Alfredo Cornejo. La camporista sufrió una fuerte derrota en 2019 cuando se postuló para gobernadora. En la provincia del litoral las miradas se pondrán primero en la PASO, donde Agustín Rossi desafió al gobernador Omar Perotti, que tiene como candidato a Marcelo Lewandowski. Mientras que Juntos por el Cambio lleva cuatro listas de precandidatos a la primaria. La que más chance tiene de ganar es la del diputado Federico Angelini, que cuenta con el apoyo de Mauricio Macri, uno de los pocos candidatos propios del ex presidente.