Entre apodos que se presentan crueles o cariñosos, como reflejo de animales o de rasgos físicos, la Historia argentina ha tenido máximos mandatarios elegidos en comicios o asumidos como dictadores y el flamante presidente electo, Alberto Fernández, también carga con un apodo.
El sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento fue conocido como "Don Yo", por su ego. Nicolás Avellaneda fue conocido como "taquito" por utilizar tacos para compensar su baja estatura y Miguel Quintana como "El maniquí" por su frase hay que ponerse los pantalones.
A José Figueroa Alcorta se lo conocía como "Jettatore" por su fama de mufa y el primer presidente argentino, Bernardino Rivadavia, ha recibido muchísimos apodos referidos a su sobrepeso o a sus rasgos de origen mulatos pero el más llamativo es "sapo de diluvio". Siguiendo con apodos vinculados a animales se sabe que a Julio Argentino Roca se lo reconocía por su habilidad política: "El zorro".
Quien lo sucedió, Miguel Juárez Celman, recibió el apodo de "El burrito cordobés" o "Juan Beduina" por sus pocas pulgas. En las fraudulentas elecciones de 1892 triunfó el conservador Luis Sáenz Peña, llamado "El Pavo", quien renunció en 1895 dejándole la presidencia a su vice "la lechuza" el salteño José Evaristo Uriburu.
Más cerca en la historia, en 2007 asumió Cristina Fernández de Kirchner quién recibió innumerables motes y fue conocida como "la bruja" desde que se filtró una mención de su esposo y, el también Presidente, "El pinguino" Néstor Carlos Kirchner.
En 1944 Edelmiro "el mono" Farrell, asumió la presidencia hasta que, en 1946 "El pocho" Juan domingo Perón ocuparía su cargo. En 2015 Mauricio Macri asumió el cargo y al poco tiempo recibió el apodo de otro animal, "Gato" en alusión a las tareas más bajas dentro de un pabellón carcelario utilizando lenguaje tumbero.
No por su pilosidad sino por sus hábitos nocturnos y por no salir de su “cueva”, a Hipólito Yrigoyen se lo conocía como "El Peludo".
En el sillón de Rivadavia también se sentaron "el gallego" Alfonsín, "el turco" Carlos Menem, "chupete" por el ingreso en la política desde muy joven a Fernando de La Rúa y "el cabezón" en referencia a Eduardo Duhalde.
¿Y Alberto Fernández? Un peronista porteño explicó que al hombre que asumirá el poder el 10 de diciembre de 2019 se lo conocía como "la Tía" porque no quería al peronismo y prefería abrir el juego a otros actores: "era como una tía gorda que se quejaba todo el tiempo".