El gobernador de Santa Fe Hermes Binner veranea en Villa Gesell desde siempre. En un café de la ciudad atendió a Perfil.com. Y de entrada anticipó: “no hay que hablar de nombres, sino de programas políticos”. Asegura que la candidatura de Rubén Giustiniani en su provincia “humaniza al partido” y se queja de que hoy “no se distribuye la riqueza”.
-¿Por qué prefiere a Ricardo Alfonsín por sobre los otros precandidatos de la UCR?
-Yo no lo manifiesto del todo, sólo digo que lo conozco más a Alfonsín que a los otros candidatos, que es distinto. Nosotros estamos construyendo un barco, definiendo un programa, no buscando un capitán para un barco inexistente. Porque el fracaso de la Alianza tuvo mucho que ver con esto. Era más importante el piloto que lo que había que hacer. En base a eso hay que hacer una política diferente. Primero un programa, luego el resto. Por eso me parece una gran experiencia lo que hicimos en Rosario y luego en Santa Fe.
-Habla del armado de un barco. ¿Lo perjudica la interna que se desató tras la candidatura del del senador Giustiniani?
-Eso humaniza al partido.
-¿No genera algún tipo de duda en el electorado?
-No, demuestra varias alternativas dentro del partido. Todo referente que quiera ser candidato puede hacerlo.
-Tampoco estaba en sus planes...
-A mí no me molesta. Lo que digo es que tenemos una propuesta que se está consolidando. Rutas, viviendas, inversiones.
-Después de lo sucedido, ¿es otro el trato con Giustiniani?
-No, no tiene que serlo tampoco.
-¿Por qué cree que tantas figuras políticas lo quieren a su lado? Suenan cerca de Alfonsín, Pino Solanas, Stolbizer...
-Hay un espacio para construir y creo que es interesante que esto suceda. Hay que ver las coincidencias que se pueden tener, que si no las hay no sirve de nada. Si usted me sienta al lado de Videla obviamente que no coincidiré en nada.
-¿Y si le siento al lado al diputado kirchnerista Agustín Rossi?
-Sí, porqué no.
-Hay un sector de la oposición que repite la palabra “consenso” o “diálogo”. Cuando se acercó al Gobierno lo tildaron de “K”.
-Nosotros marcamos diferencias desde el primer momento con el kirchnerismo. Nuestra visión es construir de manera positiva y no oponernos a todo. Con esa posición terminás solo. Y la Argentina nunca se hizo así.
-¿Qué opinión tiene de Elisa Carrió?
-Es una mujer talentosa, valiente, que se anima a decir cosas que otros no.
-¿Qué le sacó la política a su vida personal?
-A mí nada. Me dio todo. Nunca me quejé. Mi actividad no es la política, sino la de médico. La política tiene muchas veces una consideración negativa. Hasta se transformó en algo descalificante. Pero es importante y da valor.
-¿Por qué cree que muchos argentinos ven a la política como algo negativo?
-Por todos aquellos que se enriquecieron con la política, que la usaron como un bien personal. La gente tiene que diferenciar aquellos que se valen de la política para su negocio y aquellos que la ven como un servicio a la sociedad.
-¿Cómo ve las elecciones de 2011?
-No habrá un gran ganador. Creo que iremos a ballotage.
-¿Ballotage Cristina-Binner?
-Hasta ahora no se definió el candidato. Es muy pronto para decirlo así. Todo puede ocurrir. Pero nadie tiene un 50% asegurado.
Pobreza. Binner cambia el tono de su voz para sacar un tema que le parece crucial. El aumento de la pobreza. Cree que lo que sucedió este año con las tomas es una respuesta a malas políticas sociales.
-¿Cómo vio la resolución del conflicto en el Parque Indoamericano?
-Hubo una gran debilidad institucional. No puede ser que Nación y Ciudad no se sienten rápido a destrabar el conflicto. Pero el problema está en todo el país. El crecimiento vegetativo es importante. Se terminó el ascenso social del que migraba, se instalaba en una villa, trabajaba y se compraba algo para vivir. La movilidad social no existe más. Entonces vamos hacia una pobreza estructural que será difícil revertir. Hay una cultura del no-trabajo alarmante. La gente no busca más trabajo, pero porque se cansó de intentar y no se consigue. Hay chicos que nunca vieron a nadie de su familia trabajar.
-¿Los planes sociales le parecen positivos?
-Sí. Hay que darle de comer al hambriento. Pero eso no lo revierte al problema. Sólo se cambia si hay trabajo, que te hace digno. Y la educación, que te hace libre. Hay población empantanada en la pobreza. Es necesario redistribuir la riqueza.
-¿Actualmente se logra?
-No. Aumenta la pobreza y la riqueza. Entonces vamos a una sociedad que es la más desigual de América Latina.
-¿El conflicto con el sector agropecuario fue un intento por redistribuir la riqueza?
-No, fue una puja por una parte más rentable de la economía entre el gobierno y los productores. Pero la propia dinámica del crecimiento del campo ha expulsado a la gente del campo a las villas miserias.
-Es lógico que el productor busque el crecimiento y la valorización de su tierra.
-Sin dudas, no lo culpo. Pero la situación internacional nos lleva a eso. A poner soja por todos lados. Todo esto tiene ser tratado en un plan. Y es lo que estamos haciendo. Por eso prefiero hablar de programas y no de nombres.
(*) enviado especial de Perfil.com.
