El cierre de listas de legisladores dejó una estela de tensión en el peronismo. La decisión de Cristina Kirchner de imponer nombres, sobre todo de jóvenes militantes de La Cámpora, no pasó desapercibida. Sin embargo, la reacción de los dirigentes del peronismo no fue igual en todo el país.
En La Pampa y en Córdoba es donde el peronismo se plantó con más dureza. En la primera, el senador Carlos Verna renunció a su candidatura a gobernador a raíz de que la Presidenta le impuso a una dirigente con poca o nula militancia en la provincia como cabeza de lista.
Ahora el PJ local corre riesgo de perder. En Córdoba, en tanto, después de intensas negociaciones, el PJ cordobés, que conduce José Manuel De la Sota, se presentará a las elecciones separado del kirchnerismo. Tanto en las elecciones a gobernador como en las nacionales.