POLITICA
masivo acto en copacabana

En el Vía Crucis, Francisco criticó a sacerdotes y políticos

Frente al mar, el Papa justificó a los jóvenes que perdieron la fe en Dios y en las instituciones. Cargó contra la violencia policial y visitó a menores presos.

Multitud. Cientos de miles de personas coparon Copacabana y se ubicaron cerca del escenario donde Francisco envió un fuerte mensaje político y social. Además, volvió a romper con el protocolo y a salu
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En un sublime escenario en la playa de Copacabana, el Papa Francisco presidió ayer el tradicional Vía Crucis, uno de los ritos más importantes del catolicismo, y mandó un fuerte mensaje al interior de la Iglesia Católica, al asegurar que comprende que los jóvenes pierdan la fe debido a los malos sacerdotes.

Ante cientos de miles de fieles, con el mar a sus espaldas y al anochecer, el Sumo Pontífice también cuestionó la corrupción en las instituciones políticas: “Jesús se une a tantos jóvenes que perdieron su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo y corrupción, o que perdieron su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio”, dijo al finalizar una representación de los diferentes momentos que vivió Jesús desde que fue detenido hasta su crucifixión.

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“En la cruz de Cristo está el sufrimiento, el pecado del hombre, también el nuestro. El acoge todo con los brazos abiertos, carga sobre su espalda nuestras cruces y nos dice: ¡Animo! No la llevas tú solo”, agregó Jorge Bergoglio, en uno de los eventos más importantes de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

En el Vía Crucis participaron 280 actores y voluntarios. Las 14 estaciones del calvario de Jesús trataron temáticas vinculadas a la vida de los jóvenes, como la drogadicción, el sexo antes del matrimonio, el aborto y el rol de los medios de comunicación social. Al cierre del megaevento, el Papa interpeló a los jóvenes sobre su compromiso con la fe: “¿Cómo quieren ser, como Poncio Pilatos, que se lavaba las manos, o como María, que lo acompañaba hasta el final?”. Además, el jefe de la Iglesia pidió una oración por los 242 muertos que dejó el incendio de una discoteca en la ciudad de Santa María en enero de 2013 y dijo que Jesús está con las víctimas de la violencia, las familias que sufren por los hijos adictos a las drogas y con los perseguidos por su raza, ideología o religión.

Entre otras actividades, el Pontífice se reunió con ocho presos menores de edad, confesó a cinco jóvenes –tres brasileños, una venezolana y una italiana– y besó y abrazó a decenas de niños. En una fuerte crítica a la violencia policial que asuela las favelas y barrios pobres de Brasil, el Papa se refirió a la masacre de Candelaria, que conmovió al país en 1993. “Candelaria nunca más”, pidió Francisco, en referencia al asesinato de ocho niños de la calle perpetrado por las fuerzas de seguridad frente a la Iglesia de la Candelaria, en pleno centro de Río. Los detenidos le regalaron un rosario artesanal, compuesto por cuentas que llevaban la inscripción de los nombres de los chicos asesinados hace veinte años.
La venezolana Estefani Lescano, una estudiante de 21 años, se enteró en mayo de que era una de las elegidas para ser confesada por Francisco. “Lloré, me quedé como en estado de shock y el Papa se quedó observando, fue cariñoso, lo abracé, tenía que abrazarlo. Me dijo que los venezolanos no tienen pecados”, contó Estefani sobre su emotivo encuentro con el religioso argentino.

Otro episodio emotivo que marcó a fuego la jornada de ayer fue protagonizado por un niño, que subió al papamóvil y se abrazó fuertemente al Sumo Pontífice. Al descender del móvil, el menor no pudo esconder su emoción y se tapó la cara para llorar hasta que llegó a los brazos de su padre, que lo esperaba tras las vallas.

El primer Papa latinoamericano de la historia, entronizado en marzo, se enfrenta al desafío de renovar una Iglesia en crisis tras escándalos de corrupción y pedofilia, y de frenar la sangría de fieles mientras crecen las Iglesias evangélicas