"El negocio del juego irrumpe en la pugna presidencial de la Argentina". De esta manera, el diario El País de España se metió de lleno en la polémica por un negocio que genera más dudas que cretezas al momento de develar la connivencia entre empresarios del rubro y los políticos en campaña.
"Es medianoche de un jueves en Buenos Aires y en un restaurante un comensal pide una parrillada completa. Trabaja en una de las grandes compañías de juegos de azar que han expandido en las últimas tres décadas este negocio en Argentina. Confiesa lo que periodistas y políticos sospechan o saben: parte de lo recaudado por las tragaperras en casinos, bingos y otras salas de juego escapa al control del Estado y una porción de ese dinero financia supuestamente campañas electorales", publicó el matutino de habla hispana.
El artículo menciona los innumerables "accionistas y ejecutivos de juegos de azar suelen aparecer en la lista de donantes oficiales de políticos de casi todos los colores" y cita al periodista Ramón Indart, redactor de Perfil.com y autor de El poder del Juego (Aguilar) junto a Federico Poore, quien explicó que además del financiamiento legal "también hay dinero negro que financia a la política"
Según el exdiputado Walter Martello, autor del libro No va más "el problema no es cuánta plata ponen, sino la íntima relación que tienen los actores poderosos del juego con los políticos".
El País también cita al diario La Nación quien publicó que "los equipos de recaudación de fondos de los tres principales candidatos presidenciales para las elecciones de octubre, el kirchnerista moderado Daniel Scioli, el peronista opositor Sergio Massa y el conservador Mauricio Macri, 'se acusan de recibir bolsas semanales del juego' e 'incluso deslizan los nombres de los supuestos valijeros', es decir, los que llevan las maletas con dinero no declarado al fisco".
El matutino se hizo eco de la polémica que surgió el fin de semana tras las declaraciones de la candidata del PRO, Gabriela Michetti, quien advirtió que "hay que poner absoluta restricción al juego" y criticó, con esa afirmación, la gestión del propio Macri.
De acuerdo a la publicación, "Argentina es el cuarto país del mundo en pérdidas de la población por apuestas en relación con el PIB, solo detrás de Filipinas, Armenia y Australia, según el libro de los periodistas Indart y Poore. Tiene una tragaperras por cada 570 habitantes, frente a una máquina por cada 1.569 en Chile, 644 en Uruguay y 453 en EE UU. Brasil prohíbe el juego. En España, la empresa local Codere cuenta con un 58% más de máquinas que en Argentina, pero factura un tercio que aquí. En México tiene el doble de tragaperras que en territorio argentino, pero sus ventas suponen el 69% de las de aquí".
El diario español habló con un "empleado de uno de los grandes grupos del juego en Argentina" quien aseguró que las empresas en el país "tienen diversos métodos para hacerse de las apuestas sin control estatal. 'Una es declarar que tenés 200 máquinas, pero en realidad tenés 300'”.