Se disparó ayer un inesperado nuevo cruce entre la precandidata a Jefa de Gobierno porteño Gabriela Michetti y Mauricio Macri. La senadora había asegurado en declaraciones a la edición dominical de Diario PERFIL que "pondrá límites al juego", al tiempo que desafió a Cristóbal López, intentando marcar una diferencia con el gobierno de Macri.
Ante esto, Macri salió rápido a aclarar que ellos son participantes mínimos en los acuerdos del llamado "zar del juego" y el Estado Nacional, dado que el principal "interlocutor" es "Lotería Nacional".
"Pusimos límites al negocio del juego desde el primer día de nuestra gestión", señaló Macri en respuesta a Michetti.
Frente a este escenario, desde las oficinas de Cristóbal López salieron rápidamente a aclarar su posición.
“Las concesiones las otorgó Lotería Nacional y las tragamonedas como el casino de Puerto Madero son jurisdicción federal”, plantearon al diario Clarín desde el entorno de López, en respuesta a la polémica. Además, plantearon que los acuerdos “fueron criticados, pero están firmados. Sobre ese acuerdo están todos los controles existentes y nos controlan”. Y apuntaron a los medios: “Siempre rinde pegarle a Cristóbal”.
Fue en diciembre de 2013 cuando la Legislatura porteña eximió a los empresarios del juego de pagar impuestos y además los liberó de ser encausados judicialmente por las tasas no cobradas por ingresos brutos. Si bien se les aumentó el canon del 35% al 50%, esto no impactaría en las finanzas de las firmas del juego.
Entre las empresas de Cristóbal López figuran la explotación del casino del Hipódromo de Palermo y el Casino Flotante de Puerto Madero.
Según el libro El poder del juego, escrito por los periodistas Federico Poore y Ramón Indart, todos y cada uno de los operadores consultados para la investigación periodística, excepto Cristóbal López, aseguran que cada máquina ubicada en territorio porteño factura 2.000 pesos diarios. Asimismo, el negocio mueve cerca de 105 mil millones de pesos por año en todo el territorio argentino.