Se cumplieron los primeros 200 días del gobierno de Alberto Fernández y su gestión transitó seis meses de una situación atípica: la mitad de ese tramo se dio en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus. Con su punto máximo de evaluación positiva en el mes de abril de más de un 80 por ciento, su imagen y la de su gestión mostraron caídas en los meses de mayo y junio. En paralelo, se agudiza la preocupación por la economía y crecen las expectativas negativas de una mejora a futuro.
Así lo exponen los datos obtenidos por el último sondeo nacional de Opinaia, que en su Tracking de Opinión Pública consultaron a 1800 personas, entre el 15 y el 25 de junio pasado, y contrastaron esos datos con los relevamientos de los meses previos, incluso antes de la irrupción del Covid-19. Al comienzo de la pandemia, en el mes de marzo, el Gobierno mantenía una evaluación positiva de su gestión que rondaba el 72%, de acuerdo a los datos de la consultora. Después del pico en el mes de abril, cuando llegó al 82%, mayo y junio fueron en descenso, con un 74%, y un 67% respectivamente.
Algo similar se ve en los relevamientos en relación a su imagen como dirigente: en enero de 2020, apenas llegado a la Casa Rosada, sumaba un 55% de imagen positiva, en marzo se ubicaba en un 69%, en abril subió a un 76% para luego descender en mayo a 71%, caer siete puntos en junio y ubicarse en un 64%. No obstante, tanto su gestión como su imagen, de acuerdo a datos de Opinaia, sigue en porcentajes mucho más elevados si se los compara con su primer mes de Gobierno.
Guido Moscoso, Gerente de Opinión Pública en Opinaia y politólogo, analiza ante la consulta de PERFIL que los primeros meses del Presidente “puede dividirse en dos momentos”: “Los primeros 100 días de gestión, lo que se conoce como “luna de miel”, y los otros 100 días de pandemia y cuarentena”.
“Durante el inicio de su gestión, el presidente mantuvo una buena imagen anclada en su núcleo electoral, sumándole la simpatía de buena parte de los votantes de terceros espacios que en 2019 habían optado por (Roberto) Lavagna o (Nicolás) Del Caño. El comienzo de la pandemia encontró a Alberto Fernández todavía con el viento de cola propio de la “luna de miel””, opina Moscoso.
¿Cómo se explica el máximo de su imagen positiva en el mes de abril y la caída de los últimos dos meses? El politólogo y docente de la UBA apunta a que ese “pico de popularidad” fue también por el apoyo de buena parte de los votantes de Juntos por el Cambio. “Este apoyo reconocía y premiaba no solo las fuertes medidas preventivas frente al coronavirus, sino también los gestos de diálogo y unidad política a partir de las conferencias en conjunto entre Kicillof, Rodríguez Larreta y el propio Fernández”, dice.
Desde mayo, ese sector de votantes de la oposición que lo apuntalaba comenzó a caer y creció la preocupación por la economía, lo que impacta hoy en su imagen personal y de gestión. La economía sigue siendo además el principal problema que tiene el país, según mencionan los encuestados.
Alberto Fernández: "En no mucho tiempo más, la economía va a funcionar a pleno"
El estudio refleja un crecimiento de la evaluación negativa de la situación económica: en abril era de un 57%, y en junio se ubica en un 64%. Uno de los puntos más altos de esta percepción se dio a fines de 2019, cuando marcó entre un 75% aún con Mauricio Macri como jefe de Estado, y bajó a 71% en diciembre, en pleno cambio de gobierno.
Las expectativas sobre el futuro de la economía tampoco son alentadoras para los consultados: un 45% cree que empeorará, en comparación con el 32% que opinaba de esta forma en marzo de 2020. En tanto, el 37% que en marzo se mantenía optimista y veía una mejora a futuro, bajó a un 30% en junio.
Sin embargo, el analista sostiene que hay parte de la sociedad que apoya el rumbo del Gobierno pese a la dificultad en la situación económica. “Si bien hay cansancio con la cuarentena y el agobio económico ya se siente, a más de 100 días de aislamiento todavía buena parte de la opinión pública argentina apoya el rumbo tomado”, afirma.
Sobre cómo eventualmente la caída económica podría verse reflejada en la aprobación del mandato presidencial a futuro, Moscoso expone que en lo económico “va a pesar más el ritmo de una eventual reactivación y recuperación que el saldo negativo que ya sabemos que el covid-19 dejará”. Y suma: “En la medida que esto suceda, la popularidad del presidente, con altibajos, seguirán siendo alta”.
AG
