Noventa días. Ese fue el plazo que dio Cristina Fernández de Kirchner cuando, empujada por la escasez de monedas, debió armar y salir a anunciar el Boleto Electrónico para transportes. Sin embargo, el día 90 se cumple la semana que viene y todavía no hay avances significativos en el desarrollo del sistema.
Según el diario La Nación, por ahora la única etapa en la que se comenzó a trabajar es en la de las licitaciones y, en realidad, de seis de realizó tan sólo una. Desde el matutino estiman que en lugar de 90 días, el proyecto puesto en marcha se podrá ver no antes de los próximos seis meses.
Idea ajena. Según un empresario que cita La Nación, quien primero trabajó el proyecto de reemplazar por tarjetas las monedas en los colectivos fue el Gobierno porteño, desde donde se habrían realizado reuniones con la cámaras de transportistas. Los colectiveros, luego, le habrían comentado el plan de Macri a integrantes del Ministerio de Planificación, y de allí habría surgido la idea del plan. Ninguno de los dos proyectos alcanzó la concreción.
Motivos. El proyecto cayó en manos de Nación Servicios, una empresa del Banco Nación que está manejada por Angel De Dios. Como no había información, se demoró en realizar los estudios y averiguaciones correspondientes sobre el tema. Ahora, los plazos se estiraron y al día de hoy, cuando el sistema debería estar terminado, lo único que se logró fue hacer la primera licitación, correspondiente a las tarjetas electrónicas.