Las declaraciones de Alberto Fernández sobre la emergencia hídrica en Uruguay motivaron un nuevo desencuentro con el gobierno del país vecino, pero en esta oportunidad Luis Lacalle Pou quedó al margen de la polémica. Fue el ministro de Turismo, Tabaré Viera, quien se mostró disgustado con el mandatario argentino y aclaró que en su país sienten "pena" por el hecho de que un jefe de Estado base sus argumentos en "fake news".
"Nos da mucha pena que un presidente diga una fake news, una noticia que perjudica a Uruguay", dijo Viera, ministro de Turismo, en diálogo con medios locales.
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"Todos sabemos que en Uruguay tenemos dificultades con el agua, estamos preocupados, pero el abastecimiento de agua está asegurado", observó el funcionario cercano a Luis Lacalle Pou.
Sin embargo, Viera descartó que las expresiones de Fernández tengan relación directa con el descenso del flujo turístico.
En ese sentido, el dirigente aclaró que el turismo en Uruguay "se está moviendo lentamente" y que las zonas más afectadas por la crisis turística son los departamentos del litoral y las termas a raíz de "la competencia con Argentina y la diferencia cambiaria".
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Lacalle Pou no dejó pasar las declaraciones de Fernández
Días atrás, en el marco de la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner, Alberto Fernández lanzó la frase que produjo malestar en el gobierno de Uruguay: "En Montevideo abren las canillas y el agua no sale".
Frente a este, Luis Lacalle Pou aclaró que su colega se expresó en estos términos "por dos razones: mala intención, que lo descarto, o por ignorancia".
También deslizó que su par argentino pudo haber leído en "información incorrecta" en internet.
La emergencia hídrica en Uruguay
Las palabras de Alberto Fernández llegaron cuando el país vecino atraviesa una emergencia hídrica provocada por la sequía más grave de su historia, que llevó a niveles históricamente bajos las reservas de Paso Severino: al 9 de julio están en 1.565.255 metros cúbicos, un aumento del 14,5% en los últimos cuatro días. La crisis llevó a temer por la escasez de agua apta para su consumo que afectaría a 1.800.000 uruguayos, el 60% de la población total del país.
Para paliar la falta de precipitaciones, Obras Sanitarias del Estado (OSE), la empresa estatal que suministra agua potable en Uruguay, está mezclando desde hace dos meses el agua de Paso Severino con otra de cursos cercanos al Río de la Plata, más salobre por provenir del estuario. Esto obligó a un aumento temporal de los niveles máximos de cloruro y sodio permitidos para el agua.
CA/ED