La pregunta de quién sucederá a Angela Merkel como líder de la Unión Europea se abrió a principios de este año y aún no tuvo respuesta. Durante estos meses, Emmanuel Macron hizo todo lo posible para ser él y continúa haciéndolo. En este contexto, el presidente francés organizó el Foro de París por la Paz en donde tuvo dos objetivos centrales: reabrir el diálogo por una negociación en Venezuela y mostrarse como el jefe de una mesa que pueda ponerle fin a la guerra en Ucrania desatada por Rusia.
Tras el conflicto bélico, Europa comenzó a mirar a Venezuela con mayor simpatía de lo que lo hizo hasta acá. Su presidente, Nicolás Maduro, viene de tener un encuentro rápido con Emmanuel Macron. La conversación ocurrió en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) celebrada en Egipto.
“¿Cómo le va?”, le preguntó Macron a Maduro. “¡Cada vez mejor!”, respondió el venezolano, quien aprovechó para invitarlo a Caracas. Y agregó: “Por allá para la conferencia que tienes va un enviado, Jorge Rodríguez. Con él puedes hablar en confianza. Confianza absoluta”.
Horas después de este encuentro, Fernández se comunicó con Maduro ya en preparación de su rol de “facilitador” del diálogo que se reabrió ayer. Macron por Francia, Alberto Fernández por Argentina y Gustavo Petro por Colombia junto con Noruega, representada por su canciller, Anniken Huitfeldt, lograron restablecer el diálogo entre el oficialismo y la oposición venezolana que se cortó en 2021 después de la detención de Alex Saab, empresario vinculado a Maduro.
“No hagan de Venezuela una nueva Cuba”, es el reclamo del mandatario argentino. En la reunión bilateral que mantuvieron el último jueves, Macron prometió seguir la misma línea que la planteada por Fernández. En uno de los encuentros que mantuvieron meses atrás, Macron fue directo: “Explicame Venezuela”, le dijo al jefe de Estado argentino. Fue allí que Fernández le planteó la necesidad de dejar atrás los bloqueos.
En el Palacio Brongniart, en donde funcionó la Bolsa de París, hubo mesa redonda con la participación de los dos negociadores venezolanos, Jorge Rodríguez (presidente de la Asamblea Nacional) y Gerardo Blyde (representa la oposición mayoritaria). Allí se buscó dar impulso político al proceso de negociación intravenezolano. En el encuentro surgieron dos ejes, uno económico y social y otro político.
Sobre el primero, los venezolanos acordaron discutir cómo conseguir la liberación de las sanciones. Venezuela tiene 762 bloqueos, por lo que se trazó una hoja de ruta para que al recuperar los fondos distribuirlos en salud, electricidad, educación, alimentos y agua potable. En el capítulo político discutieron sobre las “libertades”, como la libertad de expresión y de candidaturas y la participación democrática en las elecciones de 2024. Ambos sectores de la política venezolana se comprometieron a avanzar al mismo ritmo en los dos temas.
Macron, que mantenía una postura firme contra Venezuela, explica su cambio por haber escuchado otras voces como la de Fernández y ya no solo seguir la opinión de la Unión Europea que no reconoce a Maduro, quien hoy posee las reservas de petróleo, en potencia, mayores del mundo.
En la reunión, que duró 45 minutos, se celebró la vocación de diálogo y se resaltó que se trata de un acuerdo entre el oficialismo y la oposición venezolana mientras que los países presentes oficializan de “facilitadores”. En nombre de Noruega, Huitfeldt destacó que en un contexto de guerra en Europa, Venezuela muestre que se puede sentar a negociar. En París, el presidente argentino insistió con que las sanciones y el aislamiento no son el camino. Macron, que decidió convocar al diálogo, asintió.
Alberto retrasa su regreso y no estará en la Argentina cuando hable Cristina
El primer plan de vuelo preveía que Alberto Fernández aterrizara en la Argentina el jueves 17 de noviembre a las 15.55, una hora y media antes de que Cristina Kirchner reaparezca en escena. Sin embargo, el regreso se retrasó y el Presidente llegará al país un día después de que la vicepresidenta haya celebrado el Día de la Militancia con miles de peronistas que reclamarán por su candidatura y un encendido discurso.
Será un 17 de noviembre muy diferente al del año pasado, cuando el Presidente anunció en la Plaza de Mayo que estaban abiertas las PASO y que se presentaría por la reelección. Aquel momento fue el quiebre definitivo con La Cámpora, que no llegó a la plaza y desde entonces no participó de ningún evento más que encabezó Alberto Fernández.
Esta vez, el jefe de Estado estará en Madrid, lugar en el que hará escala desde Bali, Indonesia. Allí se prevé que la comitiva permanezca diez horas para emprender el vuelo a Buenos Aires recién la noche del 17 y pisar suelo argentino el 18 a la madrugada. El motivo de estirar la escala tiene que ver con que de Bali a Madrid hay 16 horas y de Madrid a Buenos Aires otras 14 horas, por lo que el jefe de Estado permanecerá en la residencia de la embajada de España durante ese tiempo. En un principio, el jefe de Estado regresaría el próximo jueves y se estimaba que llegaría para cuando la titular del Senado diera un nuevo discurso.
La exjefa de Estado hablará en el Estadio Diego Armando Maradona de La Plata a las 18.30 del 17 de noviembre. Allí se esperan miles de militantes que cantarán, entre otras consignas, la de “Cristina presidenta” que estrenaron en el acto de la Unión Obrera Metalúrgica cuando la exjefa de Estado planteó que hará lo que tenga que hacer para que el peronismo sea una opción competitiva en las próximas elecciones. “La Fuerza de la Esperanza” es el lema de la convocatoria kirchnerista.