El presidente Alberto Fernández mostró un descenso pronunciado en los niveles de aprobación de su gestión en el último bimestre y, al igual que su par colombiano Iván Duque, se ubicó en el punto más bajo de popularidad desde el inicio de su mandato.
La conclusión surge del monitoreo bimestral sobre la aprobación presidencial en América Latina que realiza la organización Directorio Legislativo, que registra al menos tres mediciones de al menos dos fuentes diferentes en el período analizado.
El relevamiento incluye a los mandatarios de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Uruguay, Perú, México, Bolivia, Ecuador, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Venezuela y El Salvador, y tiene en cuenta no solo la aprobación sino también su desempeño entre los grupos de jóvenes, entre las mujeres y la comparación entre el tiempo en el cargo y su valoración.
En el caso de Alberto Fernández, en el período enero-febrero de 2020 su imagen positiva era de 55% contra un 31% de negativa, que llegó a un momento de máxima aprobación al siguiente bimestre marzo-abril de 2020 donde la popularidad fue del 80% contra el 17% de rechazo. Sobre finales de año, ambas cifras casi se chocaron y comenzó a invertirse la curva para llegar a 61% de desaprobación en mayo-junio de 2021 contra 34% de imagen positiva. El estudio indica que su descenso se debe, en parte, a la disputa con el gobierno porteño por el cierre de escuelas en medio de la pandemia, la campaña de vacunación y el reclamo para autorizar la llegada de dosis desde los Estados Unidos y factores económicos encabezados por la inflación.
Duque, por su parte, registró un 71% de desaprobación contra un 23% de valoración positiva. La explicación sobre estas cifras está vinculada a las protestas que se registraron en Colombia desde finales de abril, en principio como resistencia a la reforma tributaria pero luego como catalizador del descontento social en varias áreas.
El único presidente que registró un aumento en su tasa de aprobación fue el peruano Francisco Sagasti, quien transita sus últimos días en el cargo a la espera de la asunción de Pedro Castillo, quien se impuso a la rival de derecha Keiko Fujimori.
En Uruguay se redujo también la popularidad de Luis Lacalle Pou, por las complicaciones en el ámbito sanitario y los efectos tardíos del coronavirus luego de un 2020 con pocos contagios, pero igual se mantiene entre los seis mandatarios con más apoyo de Latinoamérica, con el 50% o más de nivel de aprobación.
Otro de los ejes que se estudian es si a mayor tiempo en el cargo decrece la popularidad y de acuerdo a una línea de tendencia se confirmaría que “la gestión va erosionando el apoyo popular con el tiempo”. Tales serían los ejemplos de Argentina, Brasil, Colombia o Chile, con excepciones como México, donde Andrés Manuel López Obrador tiene un nivel de apoyo superior al 60% pese a llevar más de sesenta meses en el poder.
Asimismo, Duque y Sebastián Piñera se consolidaron como los presidentes con mayores niveles de rechazo entre las personas menores de 30 años, posición que coincide con las protestas registradas en ambos países durante los últimos meses.