POLITICA

Fernando Vaca Narvaja, el último sobreviviente de la masacre de Trelew

El ex nº 2 de Montoneros fue uno de los fugados de la base militar donde fusilaron a 19 guerrilleros en 1972. Fotos.

Fernando Vaca Narvaja el pasado 24 de marzo pintó el pañuelo de quien fue su compañera Susana Lesgar, asesinada en Trelew en 22 de agosto 1972.
| Telam

Cuando uno le pregunta al exnúmero 2 de Montoneros, Fernando Vaca Narvaja algún hecho que no pueda borrar de su memoria, no lo duda y vuelve a 1972: Cuando se despidió de su compañera Susana Lesgar con un beso en el aeropuerto de Trelew y cuando miraba por la ventanilla del avión y se alejaba del lugar donde luego fusilarían a 19 presos políticos. Vaca Narvaja tenía 24 años. Susana 22.

Cuarenta años después de la masacre en el teatro José Hernández de la ciudad de Rawson, el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia comenzó a juzgar a cinco marinos por el hecho, cuando en la madrugada del 22 de agosto de 1972 en la Base Almirante Zar de la Armada Argentina se fusilaron a 19 guerrilleros, 3 de los cuales sobrevivieron para luego integrar la lista de detenidos-desaparecidos de la dictadura militar.

De los que lograron escapar en un avión de línea rumbo a Chile, Vaca Narvaja es el único que sigue con vida. El grupo estaba compuesto por Mariano Osatinski, Roberto Quieto, Domingo Menna, Mario Roberto Santucho, Enrique Gorriarán Merlo y Vaca Narvaja. Los cuatro primeros desaparecieron o fueron asesinados durante la última dictadura militar. Por su parte, Gorriarán Merlo falleció de muerte natural en 2006.

"Es un hecho histórico y me parece fundamental. Si tomamos los testimonios de los compañeros frente a la TV cuando ellos dicen que se entregan al juez federal, la prensa pública y los médicos temen que ocurra lo mismo que en la Patagonia Trágica. Desgraciadamente pasó lo mismo. Los mataron a todos. Fue la antesala de lo que iba a pasar en 1976", dijo Vaca Narvaja en diálogo con Perfil.com.

 ¿Cómo vivió su regreso Trelew?

- Fue muy fuerte entrar a la base por primera vez el domingo. Me impactó verlos a pocos metros a ellos. Uno siente que te corre..., te estremecés por algo. Me indignó la soberbia con la que miraban, la actitud de estos tipos. Ahi ves la diferencia de edad, ves los 40 años de ellos encima.

- ¿Y cómo lo tomo?

- Con serenidad porque no hay una idea de venganza personal. Creo que el peor castigo para ellos es vivir muchos años más y ver que el país oligárquico que quisieron hacer no existe ni va a existir. El castigo es vernos de nuevo a nostros así que las plantas volvieron a dar retoños.

- Al llegar de nuevo, recordó lo que sucedió hace 40 años.

- Aquella vez me pude despedir de mi compañera con un beso cuando subí al pabellón de las mujeres. La tengo presente a esa última sonrisa. Tampoco me voy a olvidar cuando uno miraba desde la ventanilla del avión y nos alejábamos.

- Con apenas 24 años, qué lo llevó a vivir en situaciones límites

- Yo creo que uno crece más de golpe a partir de determinada circunstancia. Dejás de lado una parte de tu vida. Por suerte la nueva generación no está obligada a esa circunstancia. Por eso siempre digo que no hay una más heroica que otra. Son otras etapas. Tienen que discutir todo. Antes no podiamos. Lo nuestro era muy cerrado, muy clandestino, uniforme, no había opiniones.

- ¿Imaginaba vivir este día?

- Nunca pensé llegar a los 64 años y poder ver mis nietos. Ya es un privilegio esta situación.

(*) De la redacción de Perfil.com.

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