Cuando suene el timbre del portero de algún diputado o senador este fin de semana, lo más probable es que al preguntar `quién es´ la respuesta sea `un escrache´. Lo mismo para los dirigentes rurales. Y es que el "escrache", aunque Alberto Fernández lo tilde de "nazi" se ha convertido en la moda de este fin de semana de protestas cruzadas, antes del debate parlamentario de las retenciones.
Apenas se conoció la decisión, Alfredo de Angeli y Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria afirmaron que el fin de semana, cuando se levante el paro, visitarían a los legisladores nacionales casa por casa para conversar sobre las retenciones.
Como respuesta, los piqueteros oficialistas del Movimientos Libres del Sur, de Hugo Tumini, y Barrios de Pie, de Roberto Baigorria, emitieron ayer un comunicado en el que sostienen: "Así como los ruralistas decidieron ir a los domicilios de los diputados nacionales que apoyan al gobierno, a explicarles porque están en desacuerdo con las retenciones móviles, nosotros vamos a ir a las casas de los dirigentes ruralistas a explicarles porque estamos a favor de esas retenciones; y también las razones por las que nos oponemos al paro y al corte de rutas que llevan adelante desde hace cien días".
Hoy se movilizan a las 11:30 de la mañana a la casa del presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luciano Miguens, uno de los blancos favoritos de la presidenta a la hora de las críticas. Este no será el primer escrache a Miguens, el dirigente agrario ya fue objeto de varios, frente a la sede de la SRA, en la peatonal Florida. En una de esas oportunidades, fue empujado e insultado por los manifestantes.