Al igual que en las PASO, la fiscalización de la elección vuelve a ser motivo de preocupación de Cambiemos. En ese espacio dicen que gracias al refuerzo, tanto económico como político, en el Norte del país y en la provincia de Buenos Aires ya tienen identificadas las 1.404 mesas donde Mauricio Macri no obtuvo ningún voto. El objetivo, dicen, es reforzar los controles en esos establecimientos y, aunque no habrá un fiscal por mesa, prometen que sí habrá uno –general– por escuela.
El mapa de colegios en “rojo” incluye los municipios bonaerenses del Conurbano, como La Matanza (en especial en Laferrere), Merlo, Berazategui, Moreno y Florencia Varela. Y, dentro de varios distritos, barrios específicos, como el caso de Monte Chingolo, en Lanús, donde el camporista Julián Alvarez logró despegarse del macrista Néstor Grindetti. El barrio Santa Ana, en Varela, Quilmes oeste y el barrio Parque San Martín, en Merlo, también integran la nómina.
Sin embargo la Provincia no es el único lugar que preocupa: el Norte del país fue en las PASO un colador (ver recuadro). Es allí adonde Macri envió a un comando especial, encabezado por el ministro de Gobierno, Emilio Monzó, para reclutar dirigentes territoriales y afianzar el lazo con los radicales. Es que la mayoría de las 1.404 mesas donde el jefe de Gobierno porteño no sacó votos en las PASO son de esa zona del país. Por eso desde Cambiemos tienen previsto poner especial atención a distritos como Santiago del Estero, una de las provincias donde se repite la situación.
La conclusión que más se escucha en el Gobierno porteño es que el muy buen resultado de María Eugenia Vidal en Provincia permitió eclipsar el desastre electoral del Norte.
De todos modos desde el equipo de campaña del Cambiemos revelaron que invertirán unos $ 30 millones en fiscales, a los que se les paga de acuerdo a la zona entre $ 300 y $ 500 más una vianda.
En este marco, los candidatos locales también comenzaron a apuntalar sus estrategias de distintas maneras. Algunos con la ayuda de sindicatos, como el caso de Carlos Regazzoni en Almirante Brown, quien prevé duplicar la cantidad de fiscales con la colaboración de Gerónimo “Momo” Venegas (Peones Rurales). En Lomas de Zamora y Quilmes se prevé compartir la logística y el control de dirigentes. En Morón, Ramiro Tagliaferro armó una estructura férrea de fiscales e intentará colaborar con Miguel Saredi, candidato
en La Matanza.
La preocupación está latente. Tras el fracaso de la convocatoria de fiscales a través de la red social Facebook, los ministros del gabinete volverán a dividirse en zonas para colaborar con sus respectivos equipos. Por Whatsapp, funcionarios macristas imploran: “necesitamos mucha más gente para que venga a la Provincia con su auto para ayudar con la logística de boletas y viandas”.
Apelan a los radicales para controlar
La situación del Norte del país es compleja: no sólo por los 1.404 telegramas sin votos para Macri sino porque el resultado fue magro y muy cercano a Sergio Massa. Para la semana próxima se espera que la UCR colabore.
Según la UCR, Scioli llegó a su techo en las PASO. Sostiene además que las elecciones provinciales de Tucumán y de Chaco, donde la oposición logró tener una fiscalización más fuerte que en las PASO, dejaron en evidencia las diferencias entre una y otra elección. Allí, desde el armado político, apelan a que la estructura radical defienda íntegramente la boleta de Cambiemos. Hay provincias como Jujuy y Formosa donde los candidatos radicales a la gobernación también llevan de postulante a presidente a Massa, pero desde la conducción nacional confían en que como se ponen en juego legisladores de la UCR defiendan toda la boleta.
