A partir de las 16 de este martes, y hasta las 20 horas, fue velado en el Congreso de la Nación el cuerpo del fallecido expresidente Fernando de la Rúa. El ambiente de la jornada, estuvo colmado de cantos y frases radicales, junto con palabras de apoyo de algunos ciudadanos que se acercaron a darle el último adiós.
A diferencia de lo que sucedió durante los anteriores velorios de expresidentes de la democracia, como el de Raúl Alfonsín y Néstor Kirchner, las multitudes no se hicieron notar en los alrededores del edificio. Sin embargo, sí estuvieron presentes referentes de los últimos 35 años de historia de la Argentina.
Uno de los primeros en aparecer fue el presidente de la Nación, Mauricio Macri, junto con la primera dama, Juliana Awada. A poco de las cuatro de la tarde, el mandatario se hizo presente para darle el pésame a Inés Pertiné, compañera de vida de De la Rúa. Más tarde, lo hizo el resto del gabinete nacional.
Murió el expresidente Fernando De la Rúa a los 81 años
Históricos dirigentes radicales, como Ricardo Gil Lavedra, Facundo Suárez Lastra, el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Salvador, el exministro Nicolas Gallo también hicieron acto de presencia para despedir al fallecido correligionario. Todos coincidieron con lo mismo: la historia la dará al exmandatario el lugar que se merece.
Gil Lavedra, al ser consultado por PERFIL, sostuvo que espera “que ocupe el lugar que se merece para un hombre que ha luchado por las instituciones”. “Que la historia haga justicia con él, sentenció el integrante del tribunal que realizó el Juicio a las Juntas militares en 1985.
Mientras las figuras de la política entraban por una pequeña puerta sobre Rivadavia, a pocos metros, los ciudadanos que decidieron acercarse al Congreso a despedir al mandatario formaron una larga cola, que en su mayor esplendor llegó a rodear el Palacio legislativo hasta Avenida de Mayo.
Dirigentes radicales despiden a De la Rúa: "Lo de 2001 no fue su responsabilidad"
Quienes faltaron fueron los dirigentes de la oposición. Más allá de la despedida en redes sociales o declaraciones en medios, ningún dirigente opositor le dio el último adiós a De la Rúa. La única presencia de ellos dentro del Palacio se podía ver pocos metros antes de entrar al Salón de Pasos Perdidos, a través de coronas florales. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, el de San Luis, Alberto Rodríguez Saá y el bloque parlamentario Justicialista, fueron los únicos que las enviaron.
El presidente que cayó por cumplir su promesa. Además de estar de acuerdo en que la historia le pondrá a De la Rúa en su lugar, los radicales que se acercaron coincidieron en la trampa mortal que fue la ley de Convertibilidad, la cual el fallecido mandatario prometió mantener durante la campaña presidencial de 1999.
“Le tocó un momento difícil, esa trampa mortal que fue la convertibilidad”, recordó Gil Lavedra en diálogo con este medio, a razón de la caída del gobierno radical en diciembre del año 2001. En tanto, el dirigente radical Federico Storani coincidió en la lectura. “Las condiciones en las que recibió el gobierno por parte de Carlos Menem fue calamitosa”, atinó a decir en diálogo con Radio Perfil.
El dolor de la familia De la Rúa en la despedida al expresidente
Unos de los hombres clave de esa época, José Luis Machinea, quien dirigió el Ministerio de Economía de 1999 a 2001, llegó a la sede del Congreso Nacional poco antes de las 19 horas. Sin embargo, a diferencia de otras figuras políticas, evitó dar declaraciones a la prensa.
Finalmente, minutos antes de las 20, el coche fúnebre se acercó al Congreso sobre Rivadavia para llevar el cuerpo del expresidente a Casa O’Higgins, en el barrio de Núñez, donde será despedido de forma íntima por sus seres más cercanos. Ese momento estuvo colmado de aplausos, cantos y gritos de apoyo de radicales y ciudadanos allí presentes, cerrando así una despedida que cualquier expresidente merecería.
El expresidente, cuyo gobierno cayó en medio de la peor crisis de la historia reciente de Argentina, falleció en la madrugada del martes a los 81 años de edad, tras una larga convalecencia por enfermedades cardíacas y renales. Líder de un sector conservador de la UCR, compitió por la presidencia en 1963 contra Juan Domingo Perón, llegó a ser el primer jefe de Gobierno electo de la Ciudad de Buenos Aires y elegido presidente en las elecciones de 1999.
El exmandatario firmó su renuncia el 20 de diciembre de 2001, forzado por una rebelión popular con decenas de miles de personas en las calles que protestaban contra la recesión, el alza en el costo de los alimentos y el congelamiento de los depósitos de los ahorristas en los bancos por casi 70.000 millones de dólares.
El anuncio fue hecho al país por el presidente Mauricio Macri en un mensaje en las redes sociales, donde realizó un reconocimiento a su "trayectoria democrática". Macri encabeza este martes los actos por el Día de la Independencia de la corona española. "Era un dirigente bienintencionado, una buena persona", dijo Macri. El mandatario decretó tres días de duelo nacional.
M.K / D.S.
