Tras doce años de kirchnerismo, en los que sintió maltratos y desplantes, Daniel Scioli disfruta ahora de cada gesto que lo posiciona como el candidato a presidente elegido para continuar con el proyecto kirchnerista.
Viajar en el avión Tango 01 con Cristina Kirchner, subir a un escenario ya repleto para que los funcionarios –incluido Florencio Randazzo– lo saluden, y poder exhibir al hombre de máxima confianza de la Presidenta, Carlos Zannini, como su compañero de fórmula son tres de las señales que ayer para Scioli no pasaron inadvertidas.
Tan importantes son estos gestos para el gobernador bonaerense, que en su entorno no recuerdan ningún acto en el que la mandataria haya invitado a Scioli a viajar en el mismo vuelo y llegar juntos al encuentro, tal como sucedió ayer en el acto de Rosario. En el avión presidencial, Scioli repasó su agenda con Zannini e invitó a su compañero de fórmula a sumarse a algunas recorridas por distintas provincias. Además de la campaña por el interior del país que retomará este semana con una visita mañana a Sergio Urribarri (En Paraná, Entre Ríos), entre julio y octubre retomará los viajes al exterior. El gobernador ya tiene en la agenda internacional los destinos de Brasil, España e Italia.
Además de la candidatura presidencial, Scioli consiguió la segunda postulante en la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, ya que ocupará ese puesto su ministra de Gobierno y sobrina nieta de Evita, Cristina Alvarez Rodríguez.
En la Legislatura bonaerense el sciolismo consiguió mantener sus representantes. En la negociación en la provincia de Buenos Aires que encabezó el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, hubo lugar para que los legisladores Alberto De Fazio, Guido Lorenzino, Martín Cosentino y Manino Iriart (quien asumió como secretario de Seguridad en Mar del Plata).
Además, el candidato presidencial conservará un puesto clave en el Banco Provincia: la vicepresidencia del Grupo Provincia, comandada por su hermano, Nicolás Scioli, quien tiene mandato hasta 2018.
Durante la campaña, fiel a su estilo, Scioli se mostrará conciliador.
Por ello, ya programan un acto con Florencio Randazzo, quien pretendió ser el candidato elegido por la Presidenta y, cuando el Gobierno se inclinó por Scioli, rechazó la candidatura a gobernador. Este encuentro, que mostraría unidad y despejaría dudas sobre una posible renuncia del ministro del Interior y Tranportes, podría concretarse, incluso, la semana que comienza.
