Para entender cómo varios de los hombres involucrados en el tráfico de efedrina pudieron escapar de la Justicia falta contestar la pregunta central de esta historia: ¿De quién era ese negocio?
Ibar Esteban Pérez Corradi estuvo cuatro años prófugo, manejándose con libertad en la Triple Frontera, pero hay otro prófugo de la efedrina que también tuvo suerte, mucha más suerte que Pérez Corradi. Josué Ezequiel Fuks, uno de sus proveedores de efedrina quien contó con la bendición del Poder Judicial, político y policial para lograr escaparse del país. Las autoridades se encargaron de que su pedido de captura internacional nunca quedara efectivo. Así consta en los documentos a los que accedió PERFIL esta semana.
Josué es un misterio. Este joven empresario, prácticante de la fe judía ortodoxa, era la cabeza de una sociedad acusada de importar y comercializar 15 toneladas de efedrina con permisos sin control del gobierno kirchnerista. Sus socios eran Alfredo Abraham y Alberto Salvador “Negro” López. Ambos fueron condenados a 11 y 6 años de prisión por un tribunal en 2014. Pero siguen libres. Desde hace un año y medio, la Sala I de la Cámara de Casación no confirma sus condenas.
Cuando las fuerzas de seguridad fueron a detener a Fuks en 2009, un vecino informó que había ido al templo. Jamás lo volvieron a ver. El juez de la causa, Federico Faggionatto Márquez –destituido poco después de su cargo– ordenó la captura nacional e internacional del sospechoso. Fue el 4 de marzo de 2009.
Sin embargo, el pedido estaba mal elaborado. Así consta en un documento enviado a su juzgado dos días más tarde por la división de Interpol de la Policía Federal. La fuerza pidió al juez que informara una serie de requisitos legales para ordenar la captura internacional. El juez no lo hizo. Interpol reiteró el pedido el 16 de abril. Nunca se hizo efectiva la captura internacional. Recién en 2014, cuando el fiscal del juicio, Diego Luciani, vio el expediente, pidió al tribunal que enjuiciaba a los socios de Fuks que tomara cartas en el asunto.
Para entonces, según pudo reconstruir PERFIL de fuentes judiciales, de fuerzas de seguridad y de la Sedronar –oficina anti-drogas–, Fuks aprovechó para escapar hacia Israel, donde no existe acuerdo de extradición con la Argentina. Las autoridades creen que contaba con la cobertura de la ex SIDE. Dicen que lo sacaron por la frontera terrestre hacia Chile y luego voló hasta Israel. Un escape digno de un protegido.