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Gerardo Zamora sobre el coronavirus: "Ojalá que no se llegue a una parálisis total de la economía"

El gobernador de Santiago del Estero analiza la crisis argentina en la entrevista que le hizo el CEO de Perfil Network, Jorge Fontevecchia. La nota completa se verá hoy a las 23.

ENTREVISTA ZAMORA
ENTERVISTA GERARDO ZAMORA JORGE FONTEVECCHIA | NESTOR GRASSI

Gerardo Zamora, gobernador de Santiago del Estero, participó de Periodismo Puro, el ciclo de reportajes de Jorge Fontevecchia que se emite cada domingo a las 23 por Net Tv. Frente a la difícil situación económica actual, que se prevé que se agravará ante la pandemia del coronavirus que puso en alerta al mundo, el mandatario local señaló que el problema está en si esto se extiende. “Ojalá que no se llegue a una parálisis total de la economía”, expresó.

“Es mejor que (las medidas) sean lo más profundas posibles. Quizá no se tomaron las más graves aún. Y ojalá que no se llegue a una parálisis total de la economía, que es lo que hacemos en Selva, una población de 3 mil habitantes. Ahí no se hace nada. Imagínese si tenemos que llegar a esa situación en todo el país. El impacto económico que se produciría en el día a día sería tremendo”, analizó Zamora, para quien el país que recibió Alberto Fernández está en una situación aún peor que en 2002.

—¿Cómo imagina que va a estar la economía argentina en estos sesenta días? 

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—No sabemos cómo va a estar la economía mundial. Y es más difícil de imaginar la economía de Argentina, que en el momento que charlamos ronda los 3.500 puntos de riesgo país. No estamos frente a un problema posible de meditar únicamente desde desde el punto de vista argentino. No sabemos qué va a pasar en el mundo y lo que pasa en el mundo nos afecta doblemente. Ahora, a medida que se toman decisiones fuertes y rigurosas para detener el movimiento de la gente, y por lo tanto el contagio del virus, el impedimento de circular, empieza a pararse la economía. Así, lo que viene son problemas propios en la economía. Esto también debe sumarse al análisis.

—Si bien existe la expectativa de que en el hemisferio norte se frene la crisis del coronavirus, nadie está pensando en cambios determinantes en los próximos sesenta días.

—Es probable que la situación argentina persista en los próximos meses, porque estaremos en pleno invierno.

—¿Qué pasará, por tanto, con la economía?

—Es muy difícil preverlo. El Presidente necestia tomar medidas que resulten iluminadoras. Porque el país estaba tirado en el suelo y luego nos ocurre esto. La verdad, no quisiera estar en sus pantalones. Porque este país es presidencialista. Algo similar ocurre en mi provincia: todo lo que ocurre o bien es culpa del intendente o del bien del gobernador. En el país todo lo que ocurre es culpa del Presidente. No sé si esto es bueno o malo, pero está en el ADN de la Argentina. Estamos esperanzados en que el Presidente pueda llevar adelante esto. Es una persona capaz, muy honesta, no solamente en los términos de la palabra, sino también de su aspecto intelectual. 

—¿Usted compara la situación con la de 2002?

—Esto es más grave que en 2002. Llegamos a la crisis de 2001 con un país que tuvo un modelo económico recesivo. Toda la gente estaba planchada. Había desaparecido la clase media. Pero el país no tenía la deuda actual. Estaba fuera del mundo por el default. Pero la soja superaba los 600 dólares. Era otro contexto, había otras condiciones. La condición en que han dejado el país es mucho más grave. Y no estoy hablando del coronavirus. Imagine cuánto peor es con ese aditamento.

Gerardo Zamora: "No quisiera estar en los pantalones de Alberto Fernández"

—¿Qué medidas de contención habrá dentro de sesenta días?

—Es algo que deberá analizar el Presidente con el equipo económico. En los últimos días tomé varias medidas que afectan al sector privado: bingos, casinos, sectores de fiesta, restaurantes. Medidas que implican reducción de la actividad comercial, que reducen la actividad de bares y restaurantes a la mínima expresión. ¿Qué sucederá entonces? Habrá gente que tendrá problemas, que tiene que pagar sueldos, que va a dejar de vender. Sería bueno que solo sea por 15 días. El problema es si esto se extiende sin tiempo. Y si hacen medidas sin profundidad. Por eso digo que es mejor que sean lo más profundas posible. Quizá no se tomaron las más graves aún. Y ojalá que no se llegue a una parálisis total de la economía, que es lo que hacemos en Selva, una población de 3 mil habitantes. Ahí no se hace nada. Imagínese si tenemos que llegar a esa situación en todo el país. El impacto económico que se produciría en el día a día sería tremendo. El Estado deberá subsidiar esta situación. Cuando Donald Trump, que primero comete el error de subestimar el caso (al igual que Jair Bolsonaro), anuncia las medidas y esas medidas traían las consecuencias económicas de las que estamos hablando, anunció un subsidio generalizado para sostener la economía de 200 mil millones de dólares. Desde ese momento no dejaron de caer las Bolsas en el mundo.

—¿Sucedió a pesar de eso o por culpa de ese anuncio?

—Así funciona el capitalismo en el mundo. Cuando un país tiene que gastar dinero para subsidiar a las empresas, sobre todo cuando esas empresas son norteamericanas, que son las que tienen más fuerza e influencia en el mundo, se empieza a pensar que esas compañías comiezan a perder su valor. Y eso sucede cuando un país como Estados Unidos se da el lujo de decir que va a subsidiar con 200 mil millones de dólares. Estados Unidos se da el lujo de hacerlo, mientras que es algo que no está ni mínimamente al alcance de nuestro país y de muchos países como el nuestro. Ante el impacto económico se requiere gran solidaridad social, gran conciencia colectiva y un rumbo determinado que los argentinos tenemos que acatar. Pero en el marco de todo esto yo quiero ser un poco optimista, porque todas estas cosas se pueden sortear todavía porque a la Argentina lo que le está faltando es un poco de conciencia de la gente. Nada más. Si toda la gente que volvió del exterior, hubiera cumplido; si esa mujer que estaba en Córdoba no hubiera infectado a tantas personas por romper la cuarentena, como también pasó en Chaco, en Santa Fe, y está ocurriendo en Buenos Aires, no tendríamos casos por contacto estrecho. Y evitaríamos que el virus circulara de manera nativa.

La entrevista completa de Jorge Fontevecchia a Gerardo Zamora se puede leer acá

A.G./M.C