Una de las primeras medidas que ya estudia Marcelo Tinelli como vicepresidente tercero de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) dejará en claro el fuerte vínculo que pretende entablar con Daniel Scioli, quien en las últimas semanas se ocupó de poner a disposición la maquinaria necesaria para que el conductor pueda pelear para dirigir la asociación.
El ministro de Seguridad de la Provincia, Alejandro Granados, ya habló con Tinelli. El objetivo es avanzar en un plan para que pueda volver el público visitante a las canchas lo antes posible, luego de más de dos años de prohibición, en partidos con bajo nivel de peligrosidad. Y los distritos en donde podría comenzar a implementarse son los que tienen policía local, una de las banderas en materia de seguridad del sciolismo.
En los últimos diez días, los llamados entre el gobernador bonaerense y Tinelli se intensificaron. Ambos se conocieron en 1987, cuando Scioli recorría los estudios televisivos con el objetivo de hacer que sus carreras motonáuticas tuvieran repercusión mediática. Desde entonces mantienen la amistad.
En las conversaciones, fue el candidato presidencial del Frente para la Victoria quien le pidió a Tinelli trabajar para lograr el consenso sobre su figura. “No nos sirve ganar por votos, nos sirve ganar por consenso”, fueron las palabras de Scioli para luego enviar a sus hombres a convencer a los dirigentes del comité ejecutivo de la AFA que resuelvan por unanimidad aceptar la candidatura del conductor a la presidencia de la institución y postergar las elecciones para marzo de 2016.
El vicegobernador, Gabriel Mariotto; el senador bonaerense de La Cámpora Santiago Carreras; el asesor de Scioli y amigo de Tinelli Lautaro Mauro y el titular de la Anses, Diego Bossio, se abocaron a la tarea de encontrar consensos. Mientras tanto, el ministro de Justicia de la provincia, Ricardo Casal, redactaba un escrito con la interpretación del estatuto de la AFA en el que aseguraba que el conductor estaba habilitado a presentarse para pelear la presidencia. El texto con la justificación llegó a manos del secretario de Justicia de la Nación y hombre de La Cámpora, Julián Alvarez, quien también dio su aval.
La negociación crucial tuvo que ver con conseguir el apoyo del gobierno nacional, a través del hijo presidencial, Máximo Kirchner. Para ello, Scioli le pidió a Lautaro Mauro que Carreras se reuniera con Tinelli para transmitirle su plan para la AFA. El encuentro se concretó la última semana de julio.
Luego, el senador de La Cámpora viajó al sur para transmitirle el mensaje a Máximo. Días más tarde, el comité ejecutivo de la AFA apoyó al conductor, y la sociedad de Tinelli con Scioli empezó a funcionar con vistas al futuro.
De enemigo a aliado
Marcelo Tinelli pasó de ser un enemigo del kirchnerismo a un aliado. Las diferencias comenzaron a zanjarse en marzo, cuando el conductor se reunió en Olivos con Máximo Kirchner. Los últimos días, la agrupación La Cámpora, que lidera el hijo presidencial, apoyó a Tinelli para que pueda llegar a la presidencia de la AFA. “En el Gobierno no querían que las elecciones fueran en octubre, al igual que las presidenciales, y que haya un clima enrarecido e internas de clubes”, explicaron a PERFIL distintos funcionarios sobre la habilitación de la Rosada.
