Juan Schiaretti, Omar Perotti y Gerardo Morales, gobernadores de Córdoba, Santa Fe y Jujuy respectivamente, marcaron distancia, a su modo, con las medidas oficiales para el sector agropecuario: la suba de retenciones para la harina y el aceite de soja, además de la creación de un Fondo de Estabilización del Trigo, para neutralizar “el costo de la tonelada”.
Según el mandatario cordobés, el incremento del tributo significa “otra metida de mano en los bolsillos de los cordobeses. Es un impuesto a la producción que no existe en ningún lugar del mundo”. “Por eso, ratifico el reclamo de Córdoba de que las retenciones a las exportaciones deben eliminarse de manera gradual hasta llegar a cero, y deben ir a cuenta del impuesto a las ganancias de los productores mientras se produce su eliminación”, resaltó desde su cuenta de Twitter.
También usó la red social el gobernador de Jujuy, para remarcar que “una vez más los sectores productivos pagarán los platos rotos de la inacción y la falta de plan económico. El aumento de retenciones es más relato y menos crecimiento. Recetas que ya fracasaron en el pasado traerán otra vez un país dividido. De nuevo perdemos los argentinos”.
Perotti tampoco está de acuerdo con las disposiciones y así se lo hizo saber en la semana que pasó a Alberto Fernández, en una reunión que duró dos horas. El mandatario santafesino pidió un “gran plan de producción de trigo como incentivo a la producción” y expresó: “Ojalá desde el mismo sector industrial o del exportador aparezca la posibilidad de algún aporte”.
El dirigente del Frente de Todos, además, dijo que se debe aprovechar “este nuevo escenario y dar estímulos, Europa va a necesitar trigo y tenemos que ser un proveedor importante en ese sentido”. A su vez, consideró que las divisas que genere el sector exportador serán de utilidad “para afrontar el cumplimiento de los acuerdos que en este momento se tratan en el Senado” y se mostró conforme con el contacto que mantuvo con el jefe de Estado: “el Presidente siempre nos escucha”.