Solidaria con el duelo personal de la presidenta Cristina Fernández ante la muerte de su esposo, el ex mandatario Néstor Kirchner, la diputada nacional por el Peronismo Federal, Graciela Camaño, se mostró categórica al considerar la importancia que el oficialismo le da a la imagen del líder luego de su fallecimiento.
“Hay que tener una mirada contemplativa” por la pérdida personal, opinó Camaño. “Pero la construcción de la campaña sobre su muerte es deleznable”, criticó la legisladora. “La Presidenta no puede decirle a los argentinos en cada acto que su esposo camina entre la multitud”, cuestionó.
Para Camaño, “el kirchnerismo convoca, pero algo falló”, frente a lo cual enumeró tres debilidades del modelo k: tasa de pobreza, indigencia y falta de trabajo. “El gobierno nos pasa índices de empleo, pero no se condice con la realidad”, explicó.
De acuerdo con la ex ministra de Trabajo durante la presidencia de Eduardo Duhalde, cerca de “dos millones de jóvenes no tienen oportunidades de trabajo en la provincia de Buenos Aires”. “El trabajo escasea, esa es la realidad”, remarcó.
¿Cristina candidata? Si bien aún no se oficializa su candidatura, se espera que Cristina Fernández de Kirchner forme parte de los candidatos en las elecciones nacionales de octubre. Pero para Camaño, su definición no está tan clara. “Si se dificulta el Gobierno y no le sonríe la suerte, no”, afirmó. Ante ese panorama, el actual gobernador bonaerense, Daniel Scioli, es una de las caras más visibles del oficialismo.
“Es impensable que Scioli pueda quedar fuera”, opinó la diputada nacional. “Si Cristina no es candidata, no hay tutía. Lo tendrán que ir a buscar (a Scioli)”.
El cachetazo a Carlos Kunkel. Lo que supuso una reunión de comisión ríspida, al evaluar denuncias de coimas de las diputadas Cynthia Hotton y Patricia Fader, se convirtió en un incidente no tan controvertido como sí risueño: el cachetazo de Camaño al diputado ultrakirchnerista Carlos Kunkel.
En los días sucesivos la legisladora reconoció lo desatinado de su exabrupto. Sin embargo, no se arrepiente de la agresión. “Hice lo que creí que debía hacer, disculparme con la sociedad, por el cargo que ocupo. A nivel personal, Kunkel se merecía lo que le pasó”, afirmó Camaño.
“Siempre pensó que podía vociferar y agredir con insultos”, recordó la legisladora, presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales. “Es una persona grosera”, catalogó.