La llegada de Alejandro Granados al Ministerio de Seguridad bonaerense le abrió la puerta a la vieja estructura policial bonaerense, fuertemente cuestionada por la desaparición y muerte de la familia Pomar y el asesinato de Candela Rodríguez.
Sucede que el ex intendente de Ezeiza y flamate ministro mantiene una relación de años con el ex jefe de la Policía Bonaerense Juan Carlos Paggi. Granados quiso que Paggi retomara un lugar central en la fuerza, pero el propio gobernador bonaerense, Daniel Scioli, se negó. Pese a ello, el ministro de Seguridad designó en un área clave a la mujer del ex titular de la policía, Graciela Cerviño.
La comisaria mayor arribó al ministerio el lunes pasado y ocupó una oficina del segundo piso lindante al despacho del funcionario. Su cargo de secretaria general dentro del ministerio la posicionó en contacto directo con Granados, a quien la primera semana se encargó de comunicarlo con intendentes, legisladores provinciales y nacionales, y empresarios.
Granados, además, sumó a un ex asesor de Paggi, el comisario mayor Osvaldo Zanotti, como subsecretario de Legal y Técnica.
Paggi, en cambio, seguirá siendo un asesor en la sombra del ahora funcionario. El ex jefe de policía volvió a pisar el ministerio en la última semana pero desde la cartera explicaron que se debió a una visita a “título personal” por su amistad con el flamante ministro. Paggi aconseja desde hace años al ex intendente en la política de seguridad del distrito, la misma que Scioli puso como ejemplo cuando decidió ponerlo al frente de la cartera de Seguridad.
Desde que dejó el cargo, a fines de 2011, el ex jefe de la Bonaerense se refugió en el Banco Provincia. En la actualidad, Paggi ocupa el cargo de asesor de la presidencia del Banco, donde trabaja asuntos vinculados a la protección de esta entidad.
El ex jefe de la Bonaerense fue alejado de la fuerza luego de que, durante varios meses, el kirchnerismo le pidiera modificaciones a la política de seguridad de Scioli. El gobernador bonaerense pretende mostrar independencia del gobierno nacional en los movimientos de su gabinete, por ello, su retiro se mostró como una oxigenación del gabinete por la llegada del fin de año.
Sin embargo, los funcionarios que Daniel Scioli debió desplazar por presiones del gobierno nacional siempre mantuvieron el vínculo con la administración provincial desde un cargo con menos visibilidad. Además de Paggi, Santiago Montoya –ex titular de ARBA que se negó a ser candidato testimonial– también desembarcó en el Banco Provincia. Esta entidad también funcionó como “centro de asilo” para los ex kirchneristas que fueron dejados de lado, como el ex senador José Pampuro.
“El equipo está armado”
El ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, puso en funciones ayer a los superintendentes que serán parte de la nueva cúpula de la Policía de la Provincia de Buenos Aires encabezada por Hugo Matzkin.
“El equipo está armado, ahora a la cancha”, dijo Granados. Entre la nueva estructura que asumió están: en Superintendencia de Seguridad: comisario general Osvaldo Norberto Castelli; en la Superintendencia de Investigaciones en Función Judicial: comisario general Carlos Alejandro Catalano; en la Superintendencia de Evaluación de la Información para la Prevención del Delito: comisario general Lautaro Darío Cardo; en la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas: comisario general Juan Domingo Ibarra; en la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado: comisario general Rubén Alberto Lobos.
