"Esa señora me entregó en bandeja para que me maten los narcos. Eso es lo que hizo la viceministra de Seguridad del Gobierno de la Nación”. Quien lo afirma, quebrada y al borde del llanto, es Carina Ramos (40), víctima de una red de proxenetas y narcotraficantes que opera en prostíbulos VIP porteños, como Madaho's y Black.
“Esa señora” es Cristina Caamaño, mano derecha de la ministra de Seguridad, Nilda Garré, y hasta el 8 de marzo, secretaria de Seguridad Operativa, como figuraba en el organigrama de esa cartera. Ramos se lo dijo a NOTICIAS el miércoles 7, horas después de haberse presentado ante la Fiscalía Federal Nº 12 a cargo de Patricio Evers, acompañada por el abogado de La Alameda, Mario Ganora, y el presidente de esa ONG de lucha contra la trata de personas, Gustavo Vera.
Frente al fiscal, pidió sumar una denuncia vinculada a la investigación que lleva adelante el juez Rodolfo Canicoba Corral por proxenetismo, trata y venta de drogas en prostíbulos de la zona de Recoleta, con complicidad de la Policía Federal. Su nuevo aporte involucra a la ex segunda del Ministerio de Seguridad. Esta causa se inició por una declaración que la propia Ramos realizó ante la UFASE el 22 de noviembre del 2011.
En su anterior denuncia, además de a varios proxenetas, implicaba al comisario de la Federal a cargo de la 31ª, Juan Antonio Araya, quien le habría brindado “protección” a cambio de que no se presentara en Tribunales. Presa de una red de proxenetas y narcotraficantes que funcionaría en los boliches donde trabajaba de prostituta, y víctima de agresiones físicas e intimidaciones, decidió ir a la Justicia.
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