El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que impulsó el Gobierno y que logró sanción en la Cámara de Diputados dividió al ya fragmentado arco sindical, con legisladores del Frente de Todos de extracción gremial que se abstuvieron. Y sindicatos como la Central de los Trabajadores Autónoma, de sintonía con la Casa Rosada, que se movilizaron hacia el Congreso para rechazar el entendimiento. La CGT, en cambio, nunca dudó en avalar la posición oficial ante el organismo de crédito.
Existió un hecho que no pasó desapercibido en la votación: los siete diputados de la alianza oficialista de origen sindical se abstuvieron y se diferenciaron de La Cámpora, que rechazó el proyecto. Fueron: Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores), Sergio Palazzo (La Bancaria), Vanesa Siley (Sitraju), Carlos Ponce (UOyEP San Luis), Claudia Ormaechea (La Bancaria), María Rosa Martínez (Gráficos - CFT) y Pablo Carro (CTA Córdoba).
Desde el entorno de uno de los legisladores, ante PERFIL, señalaron que el gesto lejos estuvo de ser casual y que no se prevé la posibilidad de romper con el bloque por esta cuestión.
La unidad es la premisa, de acuerdo a lo que señalan del lado de Yasky: “Hugo considera central mantener la unidad para proteger los intereses de las mayorías”, expresaron. Vanesa Siley, cercana a Cristina Kirchner, decidió dar un paso más: tras su abstención, compartió en sus redes sociales el crítico documento que elaboró La Cámpora para justificar por qué no acompañó la iniciativa de la Casa Rosada.
En contraposición, Carlos Cisneros (La Bancaria, Frente de Todos, Tucumán), Claudio Vidal (Petroleros de Chubut, SER, Chubut, un dirigente de gran sintonía con los Moyano) y Estela Hernández (Comercio, Frente de Todos, Chubut), levantaron la mano para dar el sí, sin ningún tipo de dudas.
El mapa gremial mostró a la CTA A que conducen Ricardo Peidro y Hugo Cachorro Godoy, una central que dialoga con el Gobierno y marca diferencias cuando lo considera necesario, crítica del entendimiento con el Fondo. Un desacuerdo que decidió trasladarlo a las calles, con una marcha que reunió en las inmediaciones del Parlamento a 10 mil personas el pasado miércoles.
Ante este medio, fuentes del colectivo sindical afirman que poseen “autonomía de los partidos” e indican que “muchos dirigentes formen parte de Unidad Popular, un partido que está dentro del FdT, no condiciona a la Central”. Y esperan los siguientes pasos del Ejecutivo en dos instancias: el rol que pueda tener en el Consejo del Salario y qué postura tendrá al momento de negociar paritarias.
A su vez, la CTA realizó una presentación judicial, junto con otras organizaciones, para que se declare la “inconstitucionalidad y la nulidad insanable de la deuda con el FMI”. Una demanda que quedó radicada en el Juzgado Contencioso Administrativo Federal N° 11, a cargo de la Dra. Cecilia Gilardi Madariaga de Negre.
Los respaldos. En este contexto, la CGT apoyó en todo momento las negociaciones que encaró el oficialismo con el Fondo.
A tal punto que siempre manifestó que era necesario cerrar un acuerdo y hasta Héctor Daer, secretario general de la central obrera, asistió a la Comisión de Presupuesto y Finanzas para defender el pacto de manera institucional delante de todos los bloque de diputados nacionales de distintos partidos.
En su exposición, el referente del sindicato de Sanidad mencionó, en compañía de Carlos Acuña, que “no hay acuerdo con el FMI que se pueda festejar, esto es salir de la tragedia, es encontrar un punto de partida de proyección”, y destacó que el entendimiento alcanzado es el primero “en la historia de las discusiones del FMI que no se hace sobre el lomo de los derechos de los trabajadores y la seguridad social”.
Para la central obrera, fue “muy valorable” aquella charla, en formato ted, que lideró Martín Guzmán en la sede de Azopardo en diciembre pasado. Una conversación “convincente”, como definió un testigo de la reunión, en la cual el funcionario dio detalles de la negociación y dijo que no significaba un ajuste para la clase trabajadora.
Pablo Moyano sobre el pacto: “No hay otra posibilidad”
Pablo Moyano fue otros de los dirigentes de peso de la CGT que respaldó públicamente la gestión oficial para cerrar un pacto con el organismo internacional de crédito. Si bien no acompañó a Daer en su exposición en Diputados, sostuvo que no existía otra opción para el Gobierno.
En diálogo con FM La Patriada, manifestó que “nadie está de acuerdo en acordar” con ese organismo multilateral, pero que “no hay otra posibilidad”. Y volvió a cargar contra la oposición:“La bomba que está a punto de explotar la firmó Mauricio Macri”, sentenció.
“Es esto o el bochorno que vimos de esos caraduras que son los responsables del desastre en que dejaron el país. Se patinaron 50 mil millones de dólares y te hablan con una caradurez como si ellos no tuvieran nada que ver”, agregó.
El líder camionero además dejó en claro que la gestión del FdT “está haciendo un esfuerzo importantísimo después de la pandemia que destruyó la economía mundial” que, en la Argentina, potenció la crisis económica provocada por los cuatro años de gobierno de JxC. “Nadie está de acuerdo ni va a tirar cohetes al aire por acordar con el FMI, pero no hay otra posibilidad”, definió, al tiempo que mostró elogios a Alberto Fernández por “comprometerse a que no va a haber ajuste o reformar laboral, reforma previsional ni tarifazos”. “Lo importante son estos puntos que dijo el Presidente”, reiteró.
Luego volvió a criticar a la oposición por haberse retirado del recinto. “Fue una falta de respeto al Presidente, a la vicepresidenta y a la mayoría del pueblo argentino”, remarcó.