Reparto de despachos y la ubicación de los bloques en el recinto son motivo de una guerra sin cuartel entre los diputados del Frente para la Victoria y la presidencia de la Cámara, en manos de Emilio Monzó. El caso más conocido es el de Máximo Kirchner, quien se niega a ceder su despacho –que hasta el año pasado ocupó José Díaz Bancalari– pero hay otras oficinas que Cambiemos está reclamando para distribuir entre las nuevas autoridades del Congreso.
Se trata de los despachos de Teresa García y Carlos Kunkel, además del Salón Néstor Kirchner, que utiliza La Cámpora para reuniones. En la semana hubo un encuentro entre representantes de Cambiemos y el jefe de la bancada K Héctor Recalde para intentar destrabar la situación, pero no hubo acuerdo.
Ayer, una ONG, Ciudadanos Libres por la Calidad Institucional, informó que denunció penalmente a Máximo Kirchner y a Teresa García por la “usurpación” de los despachos”. El kirchnerismo advirtió que hay una intención de desviar la atención de los temas importantes, para centrarla en cuestiones administrativas.
Cambiemos sostiene que el FpV perdió la elección y por lo tanto no tiene la representatividad que se arroga para disponer de los despachos. Para lo único que hubo acuerdo es para determinar cómo se sentarán en el recinto
