El sábado pasado Mirtha Legrand fue protagonista de una nueva polémica al leer una carta de lectores del diario Clarín donde donde hacía referencia a que Winston Churchill y Franklin Roosevelt se aliaron a Iósif Stalin, a pesar de no ser de su agrado, para vencer a la Alemania de Adolf Hitler, haciendo un paralelsimo, con la posibilidad de un acuerdo entre Mauricio Macri y Sergio Massa para vencer a Daniel Scioli.
Tras leer esa carta, Mirtha le preguntó al periodista Mario Massaccesi "si no le parecía buenísima la frase".
"Le va a traer complicaciones la frase. Después del 'dictadora' y ahora cita a la Alemania de Hitler. Se puede prestar a confusión", contestó Massacesi, para sorpresa de Legrand.
"No me digas eso. Yo dije que se unieron para vencer. Está de más el comentario", replicó Mirtha enojada, y pidió un corte.
Al regreso, Mirtha le pidíó disculpas a Massaccesi pero la polémica ya había sido instalada y los dichos de la conductora generaron una catarata de críticas por las redes sociales.
El autor de ese escrito, Luis Eduardo Luchía-Puig, mostró su disconformidad ante las críticas que recibió Legrand: “Que la hayan criticado por leer mi carta es un insulto a la inteligencia”, declaró en diálogo con Perfil.com. Además, consideró: “Los medios militantes K, que son sostenidos con el dinero de nuestros impuestos, utilizan cualquier pretexto para atacarla por la repercusión que tienen sus opiniones”.
Luchía-Puig en conversación con este medio elogió a la conductora y su labor periodística: “Pienso que Mirtha Legrand es una conductora lúcida y valiente, que interpreta el sentimiento de millones de argentinos hartos de los abusos de este gobierno, y que ven en Macri una alternativa superadora para nuestro país”.
En referencia al contenido de su carta, sostuvo: “Nadie en su sano juicio puede deducir que se quiso comparar a la Argentina con la Alemania nazi, ni a los Kirchner con Hitler. Como no entendí por qué Macri se asociaba con Massa en otras provincias con buenos resultados, y no lo hizo cuando éste le propuso aliarse en la interna, recurrí a una comparación de las que, afortunadamente, nos separan grandes distancias. Por eso escribí que si Macri quería ser presidente, y poner fecha de vencimiento al sueño de “Cristina eterna”, debería pactar con Massa y ponerse de acuerdo en políticas de estado que dejaran atrás esa explosiva mezcla de ineptitud y corrupción, que viene significando el kirchnerismo para nuestro país”.
La carta completa:
“Después de considerar los resultados de las primarias, la principal conclusión es que tendremos un final abierto para las elecciones presidenciales de octubre. Scioli logró su triunfo con el 38 % de los votos, pero nuevamente quedó en evidencia que una mayoría del 62% rechaza la continuidad del modelo K que él representa.
Con el 25 % de los votos, Mauricio Macri hizo una buena elección, pero si quiere ganar en octubre debe replantear su estrategia y negociar con el resto de la oposición (especialmente con Sergio Massa) alianzas que eviten que Sioli logre triunfar en primera vuelta con el 45 %, atrayendo los votos peronistas “anti K”, como podrían ser los de De la Sota (8%) o los del mismo Massa, (12%) que logró evitar la polarización entre Scioli y Macri, y surge como una tercera fuerza, con la que tanto Scioli como Macri tendrán que negociar.
La sorpresa en la provincia de Buenos Aires (que aporta el 38 % de los votos) fue el desempeño de la candidata a gobernadora del PRO, Maria Eugenia Vidal, que puso, con su 32 %, una fuerte cuña macrista en un territorio en donde el peronismo (tanto de Scioli como de Massa) viene dominando desde hace más de treinta años.
Scioli igual ganó la provincia, pero debe cargar en la mochila a Anibal Fernández, un candidato “impresentable” sospechado de ser un “narco ministro” y responsable intelectual del triple crimen de General Rodriguez.
En síntesis: Macri desaprovecho una oportunidad única al insistir en su estrategia de no negociar con Massa en la provincia de Buenos Aires, para incorporarlo en la interna de las primarias. Si quiere ser presidente, deberá imitar a Churchill y Roosevelt que no sentían afinidad con Stalin, pero debieron aliarse con él para vencer a Hitler”.
