En una encuesta entre 7 mil usuarias de Instagram, el 86% reconoció haberse sentido mal con su cuerpo después de ver una publicidad. Así lo anticipa Cande Yatche, psicóloga de la UBA y activista por la diversidad corporal, que dirige Bellamente Argentina (@bellamentearg en IG). El estudio se hizo con el equipo de Guillermina Rutsztein, especialista en trastornos alimentarios, en usuarias de entre 18 y 35 años. A raíz de la tapa de la revista Caras de esta semana, donde se hace foco en el cuerpo de la princesa Amalia de Holanda, de 16 años, consideró que “hace falta conocimiento y perspectiva de género en los medios”.
—¿Qué reflexión te genera la tapa de “Caras”?
—La nota pone en el centro el cuerpo de las personas, más allá de la tapa. Siempre se pone el foco en el cuerpo de las mujeres, si recuperaste el cuerpo después del embarazo, o cómo llega una mujer a los 50. Es fuerte ver cómo lo dejamos pasar durante tanto tiempo pero está bueno también como hoy se dice basta. Queremos que nos representen por nuestros intereses y logros.
La violencia simbólica contra el cuerpo de la mujer
—¿Los medios están a la altura?
—El mismo medio que pone estos titulares después pone una nota donde dice que hay que aceptarse como uno es pero es contradictorio. Falta conocimiento en los medios, tienen que abrir la puerta a personas que tengan visión de género, nuevas generaciones. No solo con las imágenes, sino lo discursivo.
—¿Qué medidas se pueden tomar desde el Estado y como sociedad para evitarlo, más allá de lograr que se cumpla la ley de talles?
—Una de las primeras es regular la publicidad, sobre todo en Instagram, que llega a los adolescentes, donde promocionan cirugía estética, aplicaciones para editar fotos. No nos podemos quedar con el imperativo “amate, querete”.
Las miradas sobre los cuerpos de las mujeres
—Formás parte de un trabajo con Dove, que habla de la aceptación. ¿Cuál es el rol de las marcas y la publicidad en cómo se presentan los cuerpos?
—Se nota mucho cuando una marca está comprometida, cuando hay inversión económica y de recursos para trabajar en capacitaciones, en el análisis de redes sociales. Hay que ver si el discurso de amor propio es coherente, si su tabla de talles es justa, si los modelos incluyen diversidad corporal y sexual.
—¿Hay cierta expiación de culpas en el mensaje del “body positive” o es genuino?
—Depende de los referentes a los que quiera visibilizar. Si están mostrando a una famosa que se vio una estría o si estamos hablando de una nota con una profesional sobre la percepción del cuerpo, cómo afectan los mensajes o la aceptación en la adolescencia. No se puede juzgar el tema sino cómo se aborda.