En su mensaje, Cristina Kirchner recordó la génesis del Día de la Lealtad: el 17 de octubre de 1945, cuando el pueblo argentino salió a las calles para exigir la liberación de Juan Domingo Perón, entonces detenido por la presión de la embajada de Estados Unidos encabezada por Spruille Braden. “Braden o Perón”, recordó, “no era una frase solamente, no, era toda una declaración de independencia”. La movilización, señaló, no buscaba solo la libertad de un hombre, sino de toda la sociedad, porque “si Perón caía, también caían los derechos conquistados, el aguinaldo, las vacaciones pagas, la negociación colectiva, la dignidad del trabajo”.
Ochenta años después, Cristina trazó un paralelismo con la actualidad: mencionó al secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y su intervención en la economía argentina como un “Braden moderno” y remarcó: “En aquel entonces: era Braden o Perón. Hoy pareciera ser Bessent o Perón”. Señaló además que la compra de pesos por parte del Tesoro de EE.UU. no es ayuda, sino “tiempo para que los especuladores salgan sin pérdidas del laberinto financiero que ellos mismos armaron”. Recordó los episodios de endeudamiento con Mauricio Macri y el FMI, y denunció que los grandes fondos de inversión continúan saliendo indemnes mientras el país y las familias soportan las consecuencias: “Deuda, recesión y un país de rodillas”, dijo.
Cristina habló en tono electoral: “Nadie puede construir su vida con la soga al cuello. Nadie puede criar a sus hijos, estudiar, trabajar o emprender con tarjetas bloqueadas o con miedo al embargo por haber comprado comida o medicamentos”, afirmó. Subrayó la continuidad histórica de la dependencia: “Ayer nos querían imponer un modelo desde la embajada, hoy ya lo hacen directamente desde el despacho oval en Washington. Cambian los nombres, cambian los formatos, pero el libreto siempre es el mismo: disciplinar a la Argentina para que acepte su destino de colonia financiera y regale a precio de remate sus recursos naturales”.
La expresidenta también vinculó el 17 de octubre con la próxima elección: “Que este Día de la Lealtad sea la antesala del 26 de octubre, el punto de partida de una nueva mayoría popular que vuelva a poner a la Argentina de pie. Milei ya tiene el voto de Kristalina Georgieva, la señora del Fondo. Todos sabemos por quién vota. Lo que ya no tiene es el voto de los trabajadores que no llegan a fin de mes, de las madres que pagan la luz en cuotas, de los jóvenes que no encuentran trabajo ni oportunidades, y menos la de los jubilados que eligieron este país para vivir con dignidad”.
En sus palabras finales, CFK enfatizó la fuerza de la militancia: “Los peronistas siempre supimos cuál es nuestro lugar y de qué lado estar. Del lado de los que sufren, no de los que especulan. Por eso tenemos que volver a hacer lo que mejor sabemos hacer: poner el cuerpo, dar la cara y construir una salida colectiva junto a todos los argentinos”.