Imagine conseguir un empleo y tener como requisito entregar entre el 8 y el 10 por ciento de su sueldo a sus empleadores. ¿Lo haría? Eso es lo que María Fernanda Gil asegura que le sucedió el 8 de marzo de 2012 cuando la echaron de Aerolíneas Argentinas sin razón alguna. Ella denunció a la Justicia que el motivo fue claro: no militar ni aportar para la agrupación La Cámpora.
María Fernanda ingresó el 9 de noviembre de 2011 a la aerolínea del Estado. Pero luego fue despedida, a pesar de que los otros cinco compañeros que estaban a prueba (y si aportaban, según la denunciante) fueron pasados a planta permanente. La causa está en el Juzgado Federal Criminal N°10 Fiscalía 6.
Esta mañana la exempleada, que hoy está sin trabajo y con una hija, ratificó todo ante la Justicia y agregó más datos para dejar en claro que la echaron por esos motivos. "Yo no queria hacer esa denuncia, quería que me devuelvan mi trabajo. Ahora voy por todo y quiero que me reincorporen", dijo a Perfil.com. Luego reiteró que "fui la única que no siguió por no militar ni aportar a la causa".
Su abogado, Alejandro Kalbermatten, habló con Perfil.com y explicó que esta metodología "es la que usa La Cámpora en otras áreas. Una vez que ingresan hacen eso, piden aportes. Lo mismo hacen con YPF. Son tan desprolijos que lo hacen por mail, tenemos las pruebas donde lo identifican y lo ponen en la planilla". Para el letrado, esto se incluye en los términos de "coacción y extorsión, ya que piden plata a cambio de dar algo".
Sobre el presidente de la empresa, el miembro de la agrupación Mariano Recalde, consideró que "maneja Aerolíneas como si fuera un kiosco" y estimó que "tiene suerte porque le dan dinero en millones, no presenta balances y nadie le exige resultados. Él la hizo entrar y luego la hizo echar por no aportar".
(*) De la redacción de Perfil.com.
