POLITICA
Ser querellante en la causa

Intimidan a una joven que nació en la ESMA

A Victoria Donda Pérez le dejaron un papel en el portero eléctrico con las siglas de la Triple A. También encontró una cinta azul, igual que la que le había puesto su madre para que sea identificada.

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Victoria Donda recibi intimidaciones. Es hija de desaparecidos y ser querellante en la causa ESMA | Cedoc

Tras recibir una nota amenazante con las iniciales de la Triple A en el portero de su casa, la hija de desaparecidos, Victoria Donda Pérez, fue recibida ayer en la Casa de Gobierno por el titular de la cartera de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

En la conferencia de prensa posterior a la reunión, la joven contó: "El martes me iba a presentar como querellante en la causa ESMA, ya que mi mamá estuvo secuestrada en ese lugar y fue ahí donde me tuvo y me puso un hilito azul para que me pudieran identificar, porque pensaba que me iban a dejar en la Casa Cuna".

La hija de los desaparecidos José María Donda y María Hilda Pérez relató que al llegar a la medianoche a su casa encontró “en el portero un papelito que tenía las tres A" y "la puerta del patio estaba entreabierta con una cinta azul", lo que alude al modo con el que atinó su madre intentó dejarle alguna identificación en la ESMA antes de desaparecer. “No sé si tiene algo que ver o es casualidad", señaló.

Asimismo, Donde Pérez aseguró que la amenaza está enmarcada en las acciones que la Justicia intenta llevar adelante contra represores de la última dictadura militar, aunque según ella el acto intimidatorio “no es producto de los juicios, sino de que durante muchos años y en muchos casos haya existido impunidad en este país”.

Por su parte, Duhalde consideró que el hecho tuvo un "claro carácter intimidatorio y amenazador" por "la violación y el esfuerzo de demostrar que estuvieron adentro" de la casa de la nieta recuperada número 78.

La investigación está a cargo del juez federal Sergio Torres, quien procesó a los represores de la ESMA Jorge Acosta, Alfredo Astiz, Héctor Febres y Antonio Pernías por la desaparición de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet y diez familiares de desaparecidos, entre ellos, la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor.

La desaparición del testigo platense Julio López dejó al descubierto una ola de amenazas contra quienes podrían incriminar a represores de la dictadura en los reiniciados juicios por derechos humanos. A López, clave en la condena de Miguel Etchecolatz, se suma la desaparición por 48 horas de Luis Gerez, el testigo contra el represor Luis Patti, ocurrida a fin de año. Sin embargo, este caso presenta ribetes menos claros y podría estar vinculado a la interna del peronismo de Escobar, partido en el que milita Gerez..

Fuente: DyN

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