Tiene más de 280 patentes registradas en todo el mundo y a los 75 años sigue investigando tanto en temas vinculados con la medicina como en rubros tan distantes como el golf, su otra gran pasión. El médico argentino Juan Carlos Parodi, famoso por haber creado el método de endoprótesis, con el que revolucionó la cirugía cardiovascular, sigue buscando innovar y aprovechar los avances de la tecnología para mejorar las técnicas utilizadas para tratar dolencias cardíacas y neurológicas, pero también para ayudar a los sectores más pobres de la sociedad.
¿Cuál es el punto de partida para sus innovaciones?
Tengo la idea y después veo el problema porque, en general, mis creaciones son para resolverlos. Los identifico y después pienso en la búsqueda de la solución. Ahí, aparece la creación. Nosotros vemos una parte insignificante de la realidad y, a pesar de eso, nos movemos y progresamos, pero siempre queda mucho para aprender. De hecho, a mis discípulos siempre le digo: si uno termina una operación y no hace una observación nueva es porque no prestó atención. Me ha ocurrido estar en una sala con 30 personas y ver algo que nadie se había dado cuenta.
¿Qué les transmite a sus discípulos?
Les inculco tener una mirada crítica: ¿Habrá una manera mejor de hacerlo? ¿será la más adecuada? ¿se podrá perfeccionar? Siempre hay que mirar las cosas con espíritu crítico porque la realidad, el final, es muy difícil de ver y lo que sí se puede hacer es mejorar lo que hacemos hasta que, en algún momento, nos sentimos satisfechos por el grado de los resultados.
¿En qué está trabajando ahora?
Siempre se me ocurren cosas nuevas. Estoy trabajando con un físico para crear un sistema para localizar las pelotitas de golf cuando no se ven. Ya lo hice una vez en los Estados Unidos con un cristal de cuarzo que vibra y uno lo detecta, pero ahora tengo acceso a un científico que trabaja mucho con ultrasonido para ver si podemos hacerlo mejor. Soy un inquieto como me dice mi mujer, no paro y es parte de mi vida la creatividad.
¿Por qué decidió volver a la Argentina?
Cuando me retiré en los Estados Unidos, quería seguir investigando y dije: tengo que devolverle cosas a mi país. De hecho, estoy trabajando en varios proyectos no médicos para tratar de ayudar a los chicos, crear conciencia de procreación responsable, darle una mano a gente que está generando usinas de producción y trabajo. Ocupo mi tiempo con cosas que espero ver resultados algún día.
En 1983, le ofrecieron ser ministro de Salud, ¿por qué no aceptó?
Fue cuando Alejandro Armendáriz era gobernador de la provincia de Buenos Aires. Les pregunté cuánto iba a ganar y yo tenía ingresos cinco veces mayores. La persona que me lo ofreció se rió y me respondió: “Eso es nominal, vas a tener otras cosas”. ¿Vos me estás diciendo que voy a agarrar plata que no es limpia? Los mandé al demonio y se enojaron mucho conmigo, pero los eché. Nunca más me metí en política. Me di cuenta de que era un ambiente sin ética, por lo menos en ese momento. Doy opiniones políticas, tengo reuniones, pero nunca realmente involucrado como funcionario.
Entrevista concedida al programa “Voces y memorias”, que se emite los martes a las 20 por Eco Medios AM 1220 Mhz.