Cualquier hincha de fútbol sabe, en primera persona, el estrés emocional que suele generar una final deportiva como la de hoy. Lo complicado es cuando ese estrés se acumula en una persona que ya tiene algún factor de riesgo cardíaco. En ese caso, un gol –a favor o en contra– puede aumentar fuertemente el riesgo de infarto.
Según datos de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), “hay abundante evidencia científica que comprueba la relación directa entre las enfermedades cardíacas y las disputas deportivas. De hecho, es un camino “doble”, ya que circunstancias deportivas adversas se relacionan con un aumento de ataques cardíacos y, a la inversa, los resultados positivos, con una disminución”.
A tal punto llega la preocupación que Radio Colonia propondrá una alternativa apta para pacientes cardíacos: periodistas relatarán el partido con un tono relajado y evitarán dramatizar las jugadas. Además, sumarán música zen de fondo y en el estudio habrá un experto de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) brindando consejos.
Boca y River se atienden cuatro veces más infartos en los hospitales porteños.
“El estrés que domina a las personas en situaciones deportivas estaría involucrado en el desarrollo de descompensaciones: lo que sucede es que se genera un aumento involuntario y repentino de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, lo que favorece la rotura de una placa de colesterol y desencadena un infarto de miocardio o un ACV”, detalló Carlos Reguera, jefe del área de Medicina Preventiva y Cardiología de Ineba.
Y agregó que un estudio de la SAC determinó que los días que se enfrentan Boca y River se atienden cuatro veces más infartos en los hospitales porteños. Además, también se generan el doble de crisis por hipertensión durante esos fines de semana. “Para que el fervor no ponga en riesgo la salud de los hinchas, deberían tener bien controlada su presión arterial, el azúcar en sangre y el colesterol”, sumó Hernán Provera, jefe del Departamento de Riesgo Cardiovascular de Ineba.