Juan Carlos Schmid, el secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento, ex triunviro de la CGT, analizó el proceso de reunificación de la central obrera, mencionó que es necesario que no se cometan los errores que se realizaron bajo la gestión Macri y dio su mirada sobre la relación entre el Gobierno y el movimiento gremial.
También señaló, en una entrevista con PERFIL, que la CGT debe integrar a los movimientos sociales y a las organizaciones de la economía popular. “Fui de los primeros que advirtió que nosotros teníamos que pasar del movimiento obrero organizado al movimiento de los trabajadores”, aseveró.
—¿Cómo está viendo el escenario gremial ante la situación socio económica?
—Parece encaminarse hacia un proceso de unidad, trabajoso, en un escenario complejo político y social. Pero con la voluntad de las distintas vertientes de ir hacia un congreso de normalización en donde estén contenidas todas las expresiones. Dicho esto, digo que se pueda repetir la experiencia de un triunvirato y esto supone, como me tocó actuar a mí en su momento, un desafío. Napoleón solía decir: “Es mejor un general malo que dos buenos”. Lo digo por experiencia. Nuestra federación va a trabajar por la unidad.
—¿Por qué el proceso se da ahora y no antes, en 2019?
—Hay dos causas. La primera, es que ya estaba trazada la renovación de autoridades pero quedó paralizada por la pandemia. La segunda, es que hay algo notorio: la oposición ha formulado una revisión de la legislación laboral y eso despierta todas las alarmas en el campo sindical. No es la primera vez que un gobierno identificado con la derecha económica, diría yo, plantea que el problema central del país son los convenios colectivos de trabajo. Y naturalmente, yo no comparto esa opinión. Puede haber segmentos de la legislación a revisar, pero ciertamente los convenios ni la protección laboral impiden el crecimiento económico de la Argentina. La oposición que está formulando esto dejó uno de los mayores desastres económicos y sociales del país. Así que estos son los factores que provocan una mayor velocidad de unidad sindical.
—Usted estuvo ahí, en la conducción de la CGT, ¿qué errores se cometieron en su momento y no se tendrían que cometer?
—Lo he dicho: me fui después del segundo mandato porque eran mayores las tensiones internas a las espaldas de la CGT que la confrontación que teníamos con el gobierno de Macri. Y ese es un error que no se puede volver a repetir. Si tenemos un acuerdo de unidad, como parece que va a haber, hay que sostenerlo, no hay que dar portazos. Y hay que bancarse las diferencias para sacar la mejor decisión, para defender nuestros derechos. No podemos ir a un congreso donde sostenemos a una determinada conducción y al año provocar una crisis. Tenemos que aprender todos.
—¿Qué le faltó a esa CGT durante el gobierno de Macri?
—Le faltó la unidad, no la tenía. Y entonces cada uno daba su pelea por separado. Peleábamos todos separados y fuimos derrotados todos juntos.
—¿Y ahora cómo está la relación entre la CGT y el Gobierno? ¿En qué coinciden y qué falta?
—Es una relación que está influenciada por la constru-cción de la propia coalición. Es un gobierno de coalición que tiene su naturaleza, encierra sus contradicciones. Esas contradicciones afloran a la superficie y en algunos casos denota una riqueza en el debate de ideas. Pero cuando sube exageradamente a la superficie, lo único que muestra es debilidad. Entonces, en el sindicalismo se está intentando, con toda mi aceptación y apoyo, ser tenido en cuenta. Porque al fin y cabo, si se suscitan las derrotas, el peor precio lo pagamos nosotros, lo pagan los trabajadores y aún más aquellos que no tienen protección, como los movimientos sociales, los integrantes de la economía popular, un actor que va a tener un fuerte protagonismo en el país.
—¿La dirigencia gremial debe abrirse e integrar a los movimientos sociales, a los integrantes de la economía popular?
—Lo está haciendo, en el congreso va a haber un vínculo, no sé si orgánico o institucional, con la CGT. A mí eso me llena de orgullo, fui de los primeros que advirtió que nosotros teníamos que pasar del movimiento obrero organizado al movimiento de los trabajadores frente a una realidad que no va a desaparecer mágicamente.