Por momentos extraña esa sensación de poder disfrutar de los otrora tradicionales veranos en la costa uruguaya, cuando caminaba por muchos de los mismos lugares de ahora pero sin que las miradas de los demás se posen sobre ella como cada vez que ingresa a un restaurante o sale a caminar por José Ignacio o Manantiales.
Al casarse con Mauricio Macri, Juliana Awada entró en un plano mediático que si bien alguna vez buscó cuando quiso elevar el perfil y contrató a una agencia de imagen, después el encanto que generó como mujer en los medios la superó.
Pero al poco tiempo aprendió a manejarlo con prudencia y logró algo que pocas consiguen estando en una situación similar: seguir siendo para la prensa Juliana Awada casi todo el tiempo; sólo a veces se la menciona como "la mujer de Mauricio" o "la señora Macri". Y para beneficio de su marido, una foto con ella seguro conseguirá mayor despliegue en una revista que una sin Juliana a su lado.
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