El exministro de Economía, Axel Kicillof, criticó a su sucesor Alfonso Prat-Gay por los anuncios que dio el miércoles en conferencia de prensa, y para hacerlo publicó una nota en la página oficial de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Cuando a un economista no se le entiende lo que dice es porque te está mintiendo”, sentenció.
“La conferencia de prensa de ayer del Ministro de Hacienda y Finanzas duró poco más de 1 hora pero pese a su generosa extensión, la mayoría de quienes la escucharon aun se están preguntando qué quiso decir. Es que Prat Gay concretó una magistral aplicación de la famosa advertencia: “Cuando a un economista no se le entiende lo que dice es porque te está mintiendo”, aseguró Kicillof.
“En concreto, el anuncio tuvo tres partes. El resto consistió en los mismos intentos desesperados del macrismo de echarle la culpa a la “pesada herencia”, como cada vez que toma una medida impopular. En un mes este recurso ya se desgastó porque todas las medidas que han tomado son profundamente antipopulares y fundadas en sus convicciones, no en la situación del país. Analicemos primero los anuncios para luego refutar uno por uno los argumentos “técnicos” de la supuesta ‘pesada herencia’”, manifestó.
Luego de descargarse contra Prat-Gay, Kicillof explicó que los tres anuncios que realizó el actual ministro de Economía se tratan de “tres mentiras”.
“El primer punto de Prat Gay fue confirmar que, tal como amenazó Macri tantas veces, el gobierno del PRO con su cuadrilla de funcionarios provenientes de la banca privada extranjera, está dispuesto a pagarles cuanto antes y en cualquier término a los fondos buitre”, indicó.
“En pocas palabras, Prat Gay anunció que el gobierno de Macri viene a endeudar nuevamente a la Argentina con los grandes bancos internacionales y, aunque todavía no lo digan, probablemente también con el Fondo Monetario Internacional”, precisó el exfuncionario kirchnerista.
“En su intento de justificar este vergonzoso retroceso Prat Gay ensayó dos excusas infantiles. Primero, que enfrentar a los buitres y no pagarles tuvo “muchos costos”. Por eso, aunque tengamos que endeudarnos en 10.000 millones para cumplir la escandalosa sentencia del Juez Griesa (para el PRO un hombre sabio y respetable), peor sería no pagar. La segunda excusa es que la negociación con el Club de París fue mala, falacia que vienen repitiendo para marcar que el gobierno anterior negocia peor que ellos”, dijo.
“El segundo punto es que el PRO se dispone a realizar un fuerte ajuste del gasto público. Todavía no ha explicado los métodos ni las partidas que pretenden recortar, aunque de momento se ha visto que el ajuste va a incluir un tarifazo en luz, gas y agua y despidos masivos en el Estado. La excusa es, nuevamente, la “pesada herencia”. Por eso, los aumentos de tarifas que van a embolsar las empresas privadas de servicios públicos obedecen al “atraso” que generó el gobierno anterior”
“Los despidos se fundamentan en una curiosa teoría: si un trabajador del Estado es joven y tiene actividad política entonces es ñoqui.Los despidos se fundamentan en una curiosa teoría: si un trabajador del Estado es joven y tiene actividad política entonces es ñoqui”, añadió en el texto.
“¿Qué hubieran dicho Clarín o La Nación si el gobierno de Cristina revisaba el Facebook o el twitter de los trabajadores para echarlos si encontraban alguna expresión crítica al gobierno? “¡Persecución, nazismo, fascismo!” hubieran bramado. ¿Cuántos jóvenes trabajadores del gobierno de la Ciudad de Buenos deberían ser echados por apoyar al PRO? El hecho es que no evaluaron las tareas de nadie sino que echan a las personas por lo que piensan”, expresó.
“El último anuncio apunta a poner un límite a los acuerdos salariales de 2016. En su ensalada de números, Prat Gay dejó ver que según sus estimaciones la inflación será de 20 a 25%, así que los salarios no deberán subir más que eso. Se olvidó de algo. Durante todo 2015 la inflación venía bajando mes a mes, según las consultoras privadas y las estadísticas públicas. Esa trayectoria cambió cuando Macri anunció en campaña, y después puso en práctica ni bien asumió, la devaluación más formidable desde la de la crisis de 2001, de cerca de un 40%”, argumentó.
“Las devaluaciones se trasladan a los precios, por eso desde que asumió el nuevo Gobierno, según las propias consultoras privadas y macristas, la inflación mensual se disparó a 6% (cuando ellos mismos medían entre 1,5% y 2% por mes). La cifra oficial no se conoce porque por primera vez en la historia, y con la excusa de la “pesada herencia”, se dejaron de medir los precios desde el INDEC. En pocas palabras, la devaluación de Macri se tradujo en una inflación que probablemente, entre noviembre y enero, ronde ya más de 12%. Si a esto le sumamos lo que crecerán los precios en lo que resta del año, se ve claramente que pretenden ajustar los salarios poniendo tope a las paritarias”, sostuvo Kicillof.
“En síntesis. Primero devaluaron abruptamente, bajaron las retenciones, empezaron a abrir la economía a las importaciones y subieron la tasa de interés encareciendo el crédito. El resultado de estas medidas es, como siempre ha sido, la inflación y la recesión económica.El resultado de estas medidas es, como siempre ha sido, la inflación y la recesión económica”, señaló.
“¿Por qué tantas volteretas discursivas, números incomprensibles y alusiones a la “pesada herencia”? Simplemente, porque Macri y sus economistas no se animan a decir lo que piensan y qué orientación le quieren dar a la economía argentina. Durante el gobierno de Cristina, cada anuncio que se hacía incluía una explicación sobre las razones profundas que lo motivaban: la defensa de la demanda agregada, del mercado interno, del alto poder adquisitivo de los ingresos, de la reindustrialización argentina”, argumentó.
“Macri y su “equipo” creen en otras cosas: en un Estado mínimo que no interfiera con los intereses de los sectores concentrados. Creen que Argentina tiene que volver a endeudarse en la bicicleta financiera internacional. Que argentina tiene que volver a las “respetables” recetas del FMI. Que la industria argentina es inevitablemente ineficiente. Que los salarios son demasiado altos y que el desempleo “óptimo” para que las demandas de los trabajadores no sean excesivas es de dos dígitos. Que hay que bajar los impuestos a los que más tienen para que “inviertan”, porque la oferta es la que impulsa la producción y no la demanda”, concluyó en su análisis.
“En lugar de poner sobre blanco y negro sus verdaderos motivos e intereses tienen que inventarse una crisis que todos los argentinos saben que no existe. Tienen que interrumpir las estadísticas por meses para tapar los efectos de la devaluación que hicieron”, informó.
“La famosa “pesada herencia” para ellos entonces es que Cristina entregó un país con un desempleo de 5,4%, con 3 millones de nuevos jubilados, con una industria nacional en proceso de consolidación después décadas de derrumbe neoliberal, con una economía desendeuda después del descalabro del sobre endeudamiento y el default. En fin, a Macri y sus muchachos les cabe el viejo dicho: “No aclaren, que oscurece”, concluyó Kicillof.