"López es víctima de aquellos que quieren impunidad", volvió a sentenciar esta noche el presidente Néstor Kirchner al referirse a la desaparición del principal testigo en el juicio contra el represor Miguel Etchecolatz.
La tribuna del jefe de Estado fue esta vez la localidad de Ezeiza, donde se organizó un acto por la inauguración del edificio de la Sede Municipal. En ese marco, Kirchner le prometió apoyo al intendente Alejandro Granados y sin rodeos le aseguró que recibirá los fondos que necesite.
Acompañado por su esposa, la primera dama Cristina Fernández de Kirchner, el gobernador Felipe Solá, el ministro de Planificación, Juio De Vido, y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, entre otros funcionarios, Kirchner aseguró que la "patria es la que tenemos que construir, y hay que decirle a los pícaros que no construirán nunca más su riqueza a costa del pueblo".
"Yo no puedo creer que haya un pueblo y una nación que pueda crecer sobre la espalda de los que menos tienen", dijo.
Después les aseguró a los presentes que el 10 de diciembre de 2007, cuando termine su mandato, se darán cuenta de que "hemos entrado al purgatorio y salido del infierno".
Además, declaró que que en la tarea de reconstruir la Argentina "a veces se lucha contra intereses" que no le resultan "simpáticos", pero aseguró que siempre estará "del lado del pueblo"
"Algunos se enojan porque dicen que yo tendría que ceder a cierto tipo de presiones que hacen a los costos de precios y tarifas", declaró en un acto en Ezeiza, y llamó a "reconstruir la clase trabajadora, la clase media y a los empresarios nacional.