Un grupo de vecinos del barrio San Vicente de la localidad de Olavarría, preocupados por la cantidad de personas que llegarían a la ciudad para ver al Indio Solari, redactó una carta al Intendente solicitándole mayores precisiones de cómo se va a manejar el evento y que busque una alternativa de relocalización del mismo.
La carta, firmada por los vecinos del barrio lindero al predio La Colmena, le fue entregada al Intendenge Ezequiel Galli el 20 de febrero durante una reunión vecinal que se realizó en la Sociedad de Fomento Damaso Arce.
El texto completo de la carta:
Olavarría, febrero de 2017.
Sr. Intendente de Olavarría
Sr. Ezequiel Galli
S / D
Los firmantes de esta nota, en las planillas adjuntas, principalmente de San Vicente Sur, todos vecinos de Olavarría, estamos intranquilos, preocupados y atemorizados por la venida de más de 200.000 personas (el doble de habitantes de la ciudad) para el recital en marzo próximo del Indio Solari.
Es por ello que le solicitamos respuestas más concretas y precisas que la simple información brindada a los medios de comunicación del manejo del evento, para poder llevar tranquilidad al vecino que verá alterada su rutina diaria en esos días. Asimismo, le solicitamos también buscar otras alternativas de localización para la realización del evento.
Estamos preocupados por qué medidas se tomarán respecto a las necesidades fisiológicas de la gente, la basura, los gastos que se ocasionarán, por el estado de los espacios públicos y privados (locales comerciales, mercados y casas particulares), por las urgencias médicas, la provisión de agua, por el control del tránsito, la atención de los ómnibus, por la seguridad respecto de los alcoholizados, drogados y amigos de lo ajeno, por dónde van a dormir y circular las personas…
Imaginemos esta cantidad de gente haciendo sus necesidades fisiológicas en ¿dónde? La práctica con otros recitales con mucha menor asistencia de público indica que, a pesar de haber baños químicos (¿cuántos van a poner? ¿dónde? ¿con qué asiduidad los van a limpiar?), terminan en las veredas, puertas y zaguanes de las casas de los vecinos. También podemos referirnos a los corsos que, para 4 hs. de promedio por día, calculando unas 25.000 personas y por unas cuantas cuadras bien delimitadas, que son vecinos y luego ordenadamente se van a sus casas, se colocan 50 baños; por lo que se infiere que se necesitarían, para la cantidad de gente esperada, no menos de 400 baños, pero que habría que agregar más puesto que deben ser diseminados en la ciudad, pues esta gente no tiene casa. Es desagradable, pero tenemos que hacerlo: pensar la cantidad de materia fecal (kilos) que deposicionarán 200.000 personas en dos o tres días.
Pensemos también en la basura que van a generar ¿en dónde va a terminar? Seguramente en calles, veredas, puertas y zaguanes de las casas de los vecinos. Dentro de basura incluímos la cantidad de botellas de alcohol que seguramente consumirán y que la mayoría es arrojada y rota y sus vidrios esparcidos. El día después: en qué forma y tiempo se realizará la limpieza de la ciudad y de los predios. Es decir, cuántas personas se dedicarán a esta tarea y por cuánto tiempo ¿con camiones de apoyo?
Todos los gastos en que la comuna deberá incurrir ¿quién los pagará? ¿habrá parte que paguen los contribuyentes, en forma indirecta? ¿Y los desmanes que haya en las casas o locales de los particulares? ¿En qué estado terminarán nuestras plazas y espacios públicos? ¿dónde acamparán y qué podrán hacer? ¿Se previó el tema salud? ¿Refuerzo de las guardias en el hospital y demás instituciones médicas? ¿Habrá camas disponibles? ¿tendrán que reprogramar cirugías para ello, que ya tienen lista de espera de 60 días? ¿Hay vías de escape fuera del predio del show, para las ambulancias, pues seguramente habrá sofocaciones por el calor, el tumulto y otras? ¿Cuántas ambulancias habrá?
Pensamos en la provisión de agua para toda esta gente, antes, durante y después del show. ¿No habrá desmanes en las casas circundantes por las canillas en los frentes? Los enormes decibeles que tendrán que escuchar con la consiguiente imposibilidad de descansar como corresponde y a la cual tenemos derecho.
Supongamos que ¡sólo! El 10 % de los visitantes se emborrachen (y con el porcentaje estamos siendo generoso) son más de 20.000 personas alcoholizadas deambulando sin control por toda la ciudad, puesto que seguramente la noche anterior querrán ir a algún boliche o confitería. Estas ¿estarán abiertas? ¿cómo controlarán a tantas personas? A la salida ¿habrá prevención de Control Urbano para hacer control de alcoholemia? ¿y ordenamiento de todo el tráfico?
Ante la enorme cantidad de ómnibus y micros que vendrán ¿se previó su abastecimiento, mantenimiento, desperfectos que siempre suceden en un porcentaje y habrá que solucionar? Supongamos también que vendrá gente oportunista amigos de lo ajeno (que se sumarán a los locales), violentos por rivalidades, adictos a las drogas (cualquier porcentaje que lo pongan, por más chico que sea, es mucha, demasiada gente).
Todos saben que las veredas se alquilan a sus frentistas para venta de choripán, bebidas, etc. (no serían libres de decir que no por el riesgo de que su casa sufra algún desmán). Es decir tendremos infinidad de personas comiendo en las calles, con todas sus implicancias.
¿Va a haber seguridad? No sólo del evento y los barrios próximos, sino de la ciudad entera. ¿Cuántos policías van a venir? ¿Cuántos efectivos para controlar tamaña cantidad de gente? ¿Están duchos en el manejo de ellas? ¿O son novatos, sin hacer de esto algo peyorativo? Y pensemos que deberán ser permisivos para evitar que no se produzcan desmanes descomunales. Esta ciudad ni sus efectivos tienen la experiencia (diríamos casi imposible) de controlar a tal magnitud de personas.
Cómo se harán las autorizaciones a otras personas que vengan a visitar a los vecinos que están dentro del área de circulación restringida. ¿O directamente no se autorizarán perjudicando el ritmo diario de los vecinos, o de familiares que vienen a visitarlos de otras localidades?
Veamos también la experiencia pasada en Tandil. A pesar de que se quiere demostrar que no pasó nada, hubo muchas personas y comercios perjudicados. Mercaditos y Super reservaron mercaderías para los que venían a retirarlas y no querían pagarlas. Casas donde en sus jardines hicieron fuego para el asadito. Veredas y zaguanes sucios de basura y excrementos. Drogados, aún hasta el día siguiente en que deambulaban por la ruta. En Olavarría hay 1.200 camas y por lo que sabemos de algunos comentarios no se han abierto al alojamiento otros predios que la Municipalidad invitó. ¿dónde se ubicarán?
Creemos, Señor Intendente, que a los habitantes de Olavarría no se los puede someter a este estrés que significa que anden más 200.000 personas deambulando por la ciudad con todas sus implicancias, que seguramente no las imaginamos a todas. Creemos que esta cantidad de personas es inmanejable. No confundamos un recital de música, un hecho bueno de por sí, pero que la cantidad de público que asiste lo hace imposible de llevar adelante sin desorden y control.