El juez Gustavo Lleral cumplió este viernes su segundo mes al frente del caso Maldonado. De pocas palabras y modales cuidados, Lleral es cultor del bajo perfil. Algo que en la tarde de ayer tuvo que dejar de lado. Fue cuando, por segunda vez en poco más de un mes, habló en la vereda de la Morgue Judicial de la Nación, como lo hizo en la medianoche del 20 de octubre, cuando luego de que finalizase la autopsia al cuerpo de Santiago Maldonado hablara con los medios y adelantara que el cuerpo no tenía lesiones. Ayer confirmó que el cuerpo “estuvo siempre bajo el agua” y que la causa de muerte fue “ahogamiento e hipotermia”.
Lleral agregó que la causa se va a seguir tramitando como “cualquier otra investigación”. Y sostuvo: “Hay que realizar una reconstrucción histórica; la prueba se sigue recolectando”. Lleral entregó ayer por la mañana el cuerpo a la familia y durante el fin de semana volverá a Esquel para seguir con la instrucción de la causa. Desde hace días, cerca del expediente, explicaban a PERFIL que tras conocerse los resultados finales se entraba en una etapa de definiciones.
En los últimos días Lleral hizo lugar a varias medidas pedidas por la familia Maldonado, entre ellas tomar nuevas declaraciones testimoniales e inspeccionar otra vez la zona de Cushamen, donde está el predio de la comunidad y el río. Algo que se concretará en los próximos días.
Las testimoniales son centrales para las diferentes partes de la causa. Sostienen que con la ayuda de las distintas visiones y recuerdos que tienen de ese día los integrantes de la comunidad se puede ir trazando un esquema de cómo sucedieron los hechos tras el violento ingreso de los gendarmes al territorio, y el momento en que comenzaron a cruzar el río Chubut, donde Santiago murió.
Confían en que esa información es clave para terminar de trazar un esquema completo de lo que sucedió ese 1° de agosto. Parte de las fuentes consultadas sostiene que entre las fotografías de ese día y las declaraciones que dieron los gendarmes se tiene una clara aproximación de los lugares donde ellos estaban y lo que ellos podían ver del río desde sus ubicaciones. Entonces, con lo que aporten los testigos de la comunidad se podrá tener una reconstrucción completa. “Hay que ver qué escucharon, todo”, detallaron.
Por otra parte, también restan los peritajes al celular del alférez Emmanuel Echazú, hasta ahora el único imputado en la causa, luego de que el mismo se presentara espontáneamente en el expediente tras conocer en los medios que una foto suya iba a ser peritada por la herida presentada ante la sospecha de contradicciones en su testimonio.
La imputación fue una forma de garantizar el debido proceso y se le dio intervención como imputado con acceso a la causa penal. Echazú afirmó que había sido lastimado por un piedrazo en la vera de la ruta, pero las imágenes lo muestran sangrando en la orilla del río. Cuando se intentó peritar su celular para ver sus mensajes se detectó que estaba borrada directamente toda la aplicación de WhatsApp.