El 27 de mayo, la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical se encamina a ratificar su pertenencia a Cambiemos, aunque reclamando al macrismo el diseño de mecanismos de toma de decisiones más abiertos y haciendo una convocatoria a abrir la alianza electoral a otros sectores. De todas formas, se esperan jornadas de dardos cruzados entre los distintos sectores del partido, aunque la elección de Córdoba le quitó impulso a los sectores más independentistas.
Parque Norte será el escenario donde dentro de dos semanas el radicalismo hará una de las cosas que más le gustan: juntar a su órgano partidario más importante, discutir durante horas e inflar el pecho destacando la vida interna de la UCR. Sin embargo, después de tanta tensión expresada en las últimas semanas, lo que terminará sucediendo –según las fuentes que viene consultando PERFIL– es que seguirá todo igual. Al igual que en 2017, la Convención ratificará a Cambiemos como el armado central del partido, aunque dará libertad de acción en los distritos. Así, la UCR de cada distrito tendrá algún margen de acción, pero a nivel nacional, difícil que prospere la lógica de romper.
“Nosotros no nos vamos a ir de Cambiemos”, ratifica un dirigente de peso en el partido. “Pero no vamos a dejar de impulsar que se amplíe Cambiemos a otros sectores de la política, porque es fundamental que el populismo no vuelva a ganar”, agregó. En concreto, el mandato será que Alfredo Cornejo, el titular del Comité Nacional, sea el encargado de plantear en la mesa de Cambiemos la necesidad de sumar a otros actores. La dificultad, sin embargo, está en que no está claro que haya dirigentes fuera de Cambiemos que estén pidiendo ingresar.
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El propio Cornejo fue de los que salieron a plantear mediáticamente la necesidad de ampliar Cambiemos, algo que venía impulsando Martín Lousteau, con la venia de Enrique “Coti” Nosiglia. En todo ese sector, de todas formas, hay conciencia de que no tienen mucho margen para barajar una ruptura de Cambiemos, ya que la alternativa electoral que propone Roberto Lavagna, por ejemplo, no logra instalarse y crecer en las encuestas.
La libertad de acción a nivel distrital, sin embargo, es lo que permitirá que se mantengan los armados que los gobernadores Cornejo y Gerardo Morales tienen en Mendoza y Jujuy, respectivamente, donde incorporaron a sectores del peronismo no kirchnerista. Para el armado de las listas de legisladores, eso es clave. No obstante, la decisión es trabajar para fortalecer la candidatura presidencial de Cambiemos.
Quienes siguen insistiendo en una lógica independentista son los sectores alineados con Ricardo Alfonsín y Federico Storani. Por más que en las últimas semanas, después de haber sido recibidos por Marcos Peña, parecía que bajaban la intensidad de las críticas, la semana pasada el hijo del ex presidente volvió a aludir a la necesidad de armar algo distinto a Cambiemos. “Hoy la mayoría de los argentinos no quiere repetir las experiencias anteriores a 2015 ni repetir las posteriores. La Unión Cívica Radical podría armar un nuevo frente que ofrezca esa alternativa. Sería lo mejor en términos electorales. Y también en términos políticos para la gobernabilidad”, aseveró Alfonsín.
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Un interrogante está puesto en las consecuencias que puede tener la elección de Córdoba. Y el gobierno nacional intentó aplacar los ánimos apenas conocidos los resultados. Por más que desde Nación apoyaban a Mario Negri, las palabras de Patricia Bullrich sobre que Cambiemos no tenía candidato en Córdoba fueron en ese sentido. Lo cierto es que el resultado de Ramón Mestre, tercero lejos de Negri e incluso sin llegar al 10% en la propia capital que gobierna, fue recibido con cierta tranquilidad en el macrismo. Caso contrario, hubiese permitido darle a aire a los independentistas.
Hace cuatro años, la Convención de Gualeguaychú fue crucial para que Cambiemos fuera una realidad. Hoy, en la Casa Rosada están en contacto permanente con los interlocutores radicales para evitar que el centenario partido termine tomando el rumbo opuesto. Faltan dos semanas, y en el macrismo dicen estar tranquilos. Las señales que reciben son de que el número para mantener Cambiemos, por ahora, está.
AS.