La aplastante victoria de Juan Schiaretti en las elecciones de este domingo dejó un sinfín de lecturas, principalmente en lo relacionado al futuro del gobernador en el armado del peronismo federal de cara a las elecciones de octubre.
Sin embargo, el otro foco de análisis está puesto en cómo puede afectar al Presidente Mauricio Macri esta elección (y la magnitud de la derrota) y qué será del futuro de Cambiemos, que justamente aquí en Córdoba comenzó a fragmentarse y nadie se anima a pronosticar cómo continuará: con la UCR adentro o si habrá un quiebre definitivo.
En ese sentido, Mario Negri y Ramón Mestre aparecen, a la par, como “los padres de la derrota”, título que ambos querían evitar. Primero, por la eterna pelea que finalizó en fragmentación; luego, por la pésima elección que realizaron ambos radicales, con porcentajes tan exiguos que algunos analistas no dudan en calificar de papelón.
¿Cuánto puede afectar el resultado a Macri? Desde un sector del PJ aseguran que es un “golpe muy duro para el Presidente. Hasta acá llegaron las dos principales espadas del PRO, como Rodríguez Larreta y Vidal y Carrió estuvo más de diez días. Más a fondo no podían jugar”.
Otros, le bajan la espuma: “Macri no intervino personalmente y eso que tiene una excelente relación con Negri. Pero cuando vino a Córdoba dijo que Cambiemos tenía dos candidatos… No se la jugó porque sabía que el Gringo podía ganar y con él va a continuar una negociación donde la clave es que el peronismo llegue dividido a octubre”, dijo una fuente consultada por este medio.
Calma, radicales. El otro punto de análisis tiene que ver con el futuro del radicalismo dentro de Cambiemos. El resultado de la elección incidirá en el encuentro del 27 de mayo, ya que tanto el intendente capitalino como el diputado nacional representan dos posturas enfrentadas de la UCR a nivel nacional: la que quiere imponer condiciones en la renovación del acuerdo con el PRO y la que se muestra más dócil a las decisiones que imparte el macrismo en la mesa chica del presidente. Este resultado deja todos los escenarios abiertos.
En su discurso, Mestre no dudó en apuntar a Casa Rosada: “Ojalá desde Buenos Aires se den cuenta de que profundizar las diferencias, a la larga, nos debilita. Y a esto se le suma la difícil situación económica que vive el país, que también impacta”.